La alcaldesa de Roses se quita un peso de encima con el ingreso en prisión de su agresor

GIRONA 12 May. (EUROPA PRESS) -

La alcaldesa de Roses (Girona), Magda Casamitjana, aseguró hoy, cuando supo que su agresor entraría en prisión, que se acababa "de quitar un peso de encima", no solamente por ella, sino por toda la gente que la rodea. Casamitjana explicó que con el dictamen del juez quedó demostrado que era una persona que la acosaba y que su grado de violencia llegó a ser "extremo y tremendo".

En una atención a los medios de comunicación, la alcaldesa declaró estar "muy contenta" que por este caso el hombre esté en prisión. A partir de ahora, explicó, "toca a los testigos presentes en el momento de la agresión explicar su versión hasta que esté --el agresor-- dónde se merece".

La intención de Casamitjana es continuar con su trabajo y su vida como hasta ahora. La alcaldesa describió que el médico le comentó que además del moretón en el cuello, tiene también una contusión "muy fuerte" en la espalda, debido al golpe que se dio al caer al suelo.

El titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Figueres, en funciones de guardia, decretó hoy prisión provisional sin fianza para el presunto agresor de Casamitjana, por los delitos de tentativa de homicidio y lesiones, según informaron fuentes judiciales.

Además, el juez también dictaminó, por si el presunto agresor sale de la cárcel antes de la celebración del juicio, una orden de alejamiento de 200 metros. Casamitjana recordó que tanto ella como el Ayuntamiento se personarán en el juicio como acusación particular.

El detenido, Jaime S.M., de 60 años, trabajaba para una fundación que tenía convenios con el Ayuntamiento, de la que lo despidieron hace un año, y llevaba dos semanas manifestándose a las puertas del Ayuntamiento porque pretendía que el consistorio le buscara empleo.

La agresión se produjo ayer cuando la alcaldesa estaba almorzando en un bar de plaza Catalunya con tres personas más --los concejales de Servicios Sociales y de Urbanismo y el director del Museo de la Técnica de Figueres--, cuando el detenido le puso un cuchillo en el cuello y la amenazó, hasta que sus acompañantes le redujeron.