Analizan la respuesta al tratamiento trombolítico en pacientes con ictus

BARCELONA 10 Dic. (EUROPA PRESS) -

Expertos del Laboratorio de Investigación Neurovascular del Instituto de Investigación del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona (IR-HUVH) analizan posibles biomarcadores para predecir la respuesta al tratamiento trombolítico en pacientes con ictus.

Los investigadores han publicado dos trabajos relacionados con la materia en la revista 'Cerebrovascular Diseases' y en la 'Journal of Thrombosis and Haemostasis', en los que deducen conexiones entre las proteínas estudiadas y la respuesta al tratamiento trombolítico, pero es necesario seguir investigando para poder trasladar los datos obtenidos a una mejor asistencia médica.

El coordinador del Laboratorio de Investigación Neurovascular del IR-HUVH, Joan Montaner, señaló que el fármaco que se administra actualmente para tratar los ictus, --el t-PA, el único existente--, "presenta aún importantes problemas de seguridad y eficacia". El objetivo del equipo de investigación que coordina Montaner es, precisamente, paliar estos problemas.

"Trabajamos en la búsqueda de biomarcadores sanguíneos que permitan predecir qué pacientes responderán favorablemente al medicamento, y cuáles no lograrán la recanalización arterial o sufrirán hemorragias", comentó Montaner.

Los ictus son consecuencia de la rotura de una arteria del cerebro que impide que la sangre llegue a una parte del cerebro, produciendo la muerte de células.

El t-PA, (Tissue Plasminogen Activator - Activador Tisular del Plasminógeno) presenta inconvenientes, como que debe ser administrado en un espacio de tiempo inferior a 4'5 horas desde la aparición de los primeros síntomas.

Dichos síntomas surgen súbitamente y son pérdida de fuerza en un brazo, una pierna, o ambas extremidades, dificultades para hablar de forma inteligible, desequilibrio o inestabilidad y alteración de la visión, que en ocasiones pueden ir acompañados de dolor de cabeza muy intenso.

Cuanto más tiempo pasa entre el inicio de los síntomas y el diagnóstico, mayor es el riesgo de muerte o de que queden secuelas permanentes. Por este motivo, en Catalunya se ha implementado un sistema de alerta para la atención rápida, el Código Ictus.

Aún así, tan sólo un 50% de los pacientes llega a tiempo a urgencias y sólo un 6% recibe tratamiento trombolítico. Además del escaso margen de tiempo para su aplicación, otro problema del tratamiento con t-PA es que en algunos casos puede conllevar complicaciones hemorrágicas (sangrado en el cerebro) muy graves.

Estos efectos secundarios son poco frecuentes pero en el caso de producirse pueden ser mortales o dejar secuelas muy severas.