El argentino Ricardo Piglia recoge dos cuentos con tintes autobiográficos en el libro 'Prisión perpetua'

BARCELONA 19 Oct. (EUROPA PRESS) -

El escritor argentino Ricardo Piglia recoge en el libro 'Prisión perpetua' (Anagrama) dos cuentos con tintes autobiográficos, que incluyen distintas variantes de narración, desde el cuento policial, al relato histórico y la ficción teórica pasando por el diario, el relato sentimental y el cuento fantástico.

"Las dos novelas cortas --'Prisión perpetua' y 'Encuentro en Saint-Nazaire'-- están articuladas con la ilusión de contar mi vida que recorre mi infancia hasta la actualidad. No podemos conocernos pero si narrarnos", explicó Piglia (Buenos Aires, 1940) durante la presentación.

Uno de los cuentos constituye el propio relato del autor argentino, pero el segundo es alguien que Piglia conoce. "Me gusta que el narrador explique una historia que no es sobre él, es un tipo de relato autobiográfico que te permite reflexionar", apuntó.

Los textos, con un componente importante de ironía, muestran la inmigración forzosa de Piglia de Adrogué, un suburbio de Buenos Aires, a Ciudad de Plata, cuando Perón fue derrocado por un golpe militar de Revolución Libertadora y proscribió al peronismo.

Esta experiencia fue "una catástrofe" en la vida del autor que intentó recuperar todo lo vivido en un diario. Aunque después cuando lo leyó sobre el papel le pareció "una experiencia perturbadora".

"Estos textos giran alrededor de cómo es posible fijar momentos de la propia experiencia y cómo, de un modo privado, se va recomponiendo su vida. Todo esto roza la locura", señaló el autor refiriéndose a sus dos relatos.

PROYECTOS DE FUTURO.

En principio, Piglia tiene intención de terminar la novela 'Blanco Nocturno', que ha retomado varias veces, y después quiere tomarse seis o siete meses de descanso.

Tras este tiempo sabático quiere pasar su diario personal a máquina en el que se condensan 50 años de su vida en 400 páginas. "No tengo intención de escribir muchos libros", dijo el autor avisando de que ésta podría ser su última publicación.

Sin embargo, Piglia reconoció que el oficio de escribir no responde a una decisión cerebral sino que es "una cuestión de impulsos".