Foto: EUROPA PRESS
"Ella se avalanzó chillando y me puse nervioso. Para acceder a la caja tuve que pincharle la pierna", ha explicado durante las cuestiones previas al juicio Ángel R., de 28 años, que ha añadido que estaba muy ansioso porque tenía muchas ganas de drogarse y no estaba consciente.
El acusado, para quien la Fiscalía pide 15 años de prisión por un delito de asesinato y otro de tentativa de robo con intimidación con uso de arma, entró con paso acelerado al establecimiento Bopan de la calle Muntaner y se dirigió a la víctima, Mercè S., que estaba de espaldas, amenazándola con un cuchillo de 20 centímetros: "La caja, la caja".
Según la Fiscalía, se aproximó a la víctima y la apuñaló en tres ocasiones, como ha corroborado la compañera de trabajo de la fallecida en su declaración como testigo; un extremo que el procesado ha contrargumentado, sosteniendo que sólo le "pinchó" una vez porque la mujer se le abalanzó y él se asustó.
El corte letal atravesó de lado a lado el muslo izquierdo y le seccionó una rama arterial femoral que le provocó un sangrado masivo y una muerte "fulminante", como han descrito los testigos.
El hombre, de 1,85 metros y unos 90 kilogramos, ha manifestado que tuvo que agacharse para hacerle "una herida" a la víctima en la pierna pero sin matarla y, al percatarse de la gravedad, salió del local y se entregó tirándose al suelo con los brazos abiertos, por lo que fue detenido por guardias urbanos que patrullaban por la zona.
Según él, el día de los hechos fue a un local regentado por chinos a comprar un cuchillo "para asustar" porque quería cometer un atraco y comprar cocaína con el dinero robado, puesto que consumía todo tipo de drogas desde los 14 años.
CERRABAN EL LOCAL
La compañera de trabajo de la víctima, que ha reconocido al acusado en la sala de vistas, ha relatado que los hechos ocurrieron a las 21 horas, cuando ya estaban recogiendo en la tienda: "Cuando me volví ya la había matado", ha afirmado Sílvia A., que en ese momento barría y vio como el hombre amenazaba a Mercè S. cogiéndola por sorpresa.
Sus gritos alarmaron a los otros trabajadores que aún estaban en el local, quienes bajaron a socorrer a la víctima: uno de ellos ha explicado la mujer se desplomó y murió después de decirle 'Adrián, hay alguien que me ha pinchado'.
Además de 15 años de prisión, el Ministerio Fiscal solicita una indemnización de 26.000 euros para los hermanos de la víctima, quienes han explicado que Mercè S. cuidaba a su madre, de 85 años y cuya salud ha empeorado mucho desde los hechos.
Un grupo de familiares y amigos de la víctima ha pedido justicia a las puertas de la Audiencia antes de que empezara el juicio en la Sección Tercera, que ha quedado pequeña por la expectación e interés mediático de este caso, y el juicio seguirá este miércoles.