BARCELONA 6 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Ayuntamiento de Barcelona se sumó hoy a la jornada mundial por el trabajo digno convocada mañana por la Confederación Sindical Internacional (CSI) al cambiar el nombre de la calle del Pont del Treball por el del Pont del Treball Digne, una infraestructura por la que han andado miles de trabajadores a diario y que une los distritos de Sant Andreu y Sant Martí.
El puente, que cruza las vías de La Sagrera y que ejerció un rol notable cuando sólo coexistía con el de Espronceda, tuvo diversas denominaciones según de donde procedían los empleados. Se llamaba de Cantàbria, de la Sagrera y del Treball, nombre este último que se institucionalizó y acabó por fijarse en el nomenclátor barcelonés.
En el plenario de la semana pasada de Sant Andreu se aprobó por unanimidad el cambio de nombre. Por el momento la nueva denominación se mantendrá en el puente, aunque a medida que avancen las obras de la estación del AVE de La Sagrera, la zona se tapará y será la plaza del Treball Digne.
En el acto de descubierta de la placa con la nueva denominación, el primer teniente de alcalde de Bienestar y Cohesión Territorial, Carles Martí, deseó hoy que con su nueva denominación, el puente se convierta en "una palanca" para lograr trabajo digno en Catalunya y todo el mundo, una metáfora que también utilizó el secretario de la CSI, Guy Rider.
"Con este puente vamos a empezar una nueva etapa en la historia del movimiento sindical internacional", según dijo Rider, que destapó la placa junto a Carles Martí y ante la atenta mirada de los secretarios generales de CC.OO., Joan Coscubiela; de UGT de Catalunya, Josep Maria Álvarez, y de USOC, Antonia Gil.
SOLIDARIDAD VIGENTE
Rider recordó que ya se han confirmado actividades en 115 países para la jornada por el trabajo digno, un día que definió como un "momento histórico" bajo el impulso de los tres sindicatos españoles afiliados al CSI: CC.OO., UGT de Catalunya y USOC. En Barcelona, se celebrará una manifestación a las 19 horas en la Via Laietana.
Después de agradecer en catalán el cambio de nombre, Rider defendió que ahora "más que nunca" los sindicatos han de trazar estrategias a escala mundial para cambiar el actual modelo de economía globalizada, y han de estar presentes "en las oficinas, en las fábricas y en el campo de Catalunya, España y el mundo".
"Estamos viviendo el agotamiento de la mundialización", aseguró, y apostó por afrontar el discurso neoliberal de la desregularización con el de la solidaridad sindical. Recordó que la manifestación de mañana también busca reivindicar los derechos en el trabajo y la lucha contra la pobreza y el hambre en el mundo.
GENERAR OPORTUNIDADES
El Ayuntamiento no ha dejado de invertir en recursos sociales a pesar de la crisis económica. "No dejaremos nunca de trabajar para generar ocupación de calidad, generar oportunidades ni establecer vínculos de solidaridad", aseguró Martí, y recordó el rechazo del consistorio a la directiva europea de las 65 horas.
Comentó que son los sindicatos los que defienden "con más profundidad" la cohesión social, que el consistorio también busca impulsar, y apostó porque formen parte de la ciudad la justicia, el compromiso social y el trabajo digno.
Coscubiela exigió que las centrales sindicales ejerzan de "contrapeso" porque, en caso contrario, "los derechos sociales no están garantizados". Álvarez, destacó que la jornada de mañana ha de servir para acabar con la precariedad que no sólo se expresa a través de contratos temporales, sino también con la reivindicación de un salario mínimo mensual de 1.000 euros.
"Es el momento de levantarse para decir que esta globalización no es la nuestra", defendió Álvarez. Gil consideró que el movimiento sindical occidental tiene la "responsabilidad" de luchar por un trabajo digno en todo el mundo. Como también hicieron los otros representantes sindicales, Gil clamó por una elevada participación en la manifestación de mañana.