El Ayuntamiento de Mollet y varias asociaciones exigen mantener la gratuidad del peaje

MOLLET DEL VALLÈS (BARCELONA), 22 (EUROPA PRESS)

El Ayuntamiento de Mollet del Vallès (Barcelona) y diversas asociaciones industriales, de transporte y sindicatos exigen a la Generalitat el mantenimiento de la gratuidad del peaje de la C-33, situado a la altura del municipio vallesano.

El consistorio ha enviado una carta al conseller de Territorio y Sostenibilidad, Lluís Recoder, en la que expresa su desacuerdo con el nuevo modelo de descuentos en los peajes y pide mantener las condiciones actuales para el de Mollet.

La misiva cuenta con el apoyo de la Agrupación de Industriales del Baix Vallès, la delegación en la comarca de la Cámara de Barcelona, la Cooperativa de Transportes Trans-Radio y los sindicatos, así como otras asociaciones económicas del territorio que se han sumado a la petición.

En un comunicado, el Ayuntamiento considera que el nuevo modelo de bonificaciones incorpora criterios globales y homogéneos para todo el territorio sin tener en cuenta las particularidades de cada barrera, lo que conllevará la eliminación de la gratuidad del peaje de la C-33 para los usuarios con movilidad obligada que se aplica des del 2007.

En este sentido, el consistorio exige que la conselleria contemple la excepcionalidad del peaje de Molllet, ya que se trata de ocho kilómetros de autopista necesarios para acceder al área metropolitana y aplicar el nuevo modelo sería "un agravio".

El caso de Mollet se suma al de Terrassa (Barcelona), cuyo Ayuntamiento también ha criticado el nuevo modelo de descuentos anunciado por la Generalitat porque supondrá la eliminación de la gratuidad del peaje de les Fonts, en vigor desde hace cuatro años.

"Comporta un grave perjuicio económico y social para los ciudadanos y para el tejido productivo de Terrassa", ha asegurado el teniente de alcalde de Planificación Urbanística y Territorio, Jordi Ballart, quien ha explicado que la medida obligará a muchos conductores a circular por la C-58, por la carretera de Rubí y por vías urbanas, lo que conlleva un impacto negativo en la movilidad y en la calidad del aire.

El sistema propuesto por la Generalitat elimina algunas de las excepciones locales en el pago de peajes por un modelo de bonificaciones generalizado que tiene en cuenta la recurrencia de paso, la ocupación de los vehículos y las emisiones de CO2.