BARCELONA, 22 Feb. (EUROPA PRESS) -
El pleno Barcelona ha aprobado este viernes dos planes urbanísticos que permitirán regularizar las obras de la Sagrada Família después de 130 años sin licencia, que han contado con el apoyo del Gobierno de Ada Colau y del PDeCAT, Cs, el PP y los dos concejales no adscritos; el rechazo del PSC y la CUP, y la abstención de ERC.
Ha aprobado el Plan Especial Urbanístico Integral y la modificación del Plan General Metropolitano del ámbito del templo --ésta deberá aprobarse definitivamente en la Subcomisión de Urbanismo de Barcelona--, después de un acuerdo con la junta constructora del templo por el que éste aportará 36 millones en diez años para gastos que genera, ha recordado la teniente de alcalde Janet Sanz.
Una vez aprobados ambos planes, el patronato podrá solicitar los permisos constructivos y de actividad y deberá abordar los importes que correspondan para finalizar las obras, de modo que se normalizará un asunto pendiente desde que se solicitó en 1885 la licencia al entonces consistorio de Sant Martí de Provenals --municipio al que pertenecía el templo--.
Los planes promueven cambios en las cualificaciones urbanísticas del tramo de la calle Provena de la manzana del templo, que se pacifica eliminando los coches para compensar la construcción de la Capella de l'Assumpta --que implica la ocupación por de parte de la acera--, y mantiene el aforo máximo hasta que finalicen las obras, cuando podrá volverse a estudiar, entre otros aspectos.
ESCALINATA DE MALLORCA
Desde el PDeCAT, Jordi Martí ha acusado al Gobierno de Ada Colau de haber solucionado con este acuerdo el trabajo fácil y de haber "dejado el trabajo difícil, el de abordar el reto de las afectaciones urbanísticas de la fachada de la Glria", con una escalinata en la calle Mallorca que implicaría el derribo de edificios de pisos de miles de vecinos.
El concejal de Cs Koldo Blanco ha coincidido en criticar que se deje fuera de estos planes urbanísticos el abordar el acceso por la fachada de la Glria, aunque ha destacado la importancia de estos acuerdos porque permitirán que el templo pague la licencia de obras por primera vez.
También ha criticado este aspecto el portavoz municipal republicano, Jordi Coronas, que se ha abstenido: "Este no es un gran acuerdo. Damos un paso adelante, pero se pasa al próximo Gobierno la patata caliente de resolver la escalinata de la Glria".
El popular Alberto Villagrasa ha celebrado el avance que representa este acuerdo pero también ha afeado al Gobierno municipal haber "optado por solucionar la parte más fácil pero, además de piedras, en la zona también hay personas", y deberían haber abordado el futuro de los vecinos afectados.
El concejal no adscrito Gerard Ardanuy ha dicho que el acuerdo no aborda la problemática general: "Se intentan solucionar dos de los elementos", y ha pedido a buscar el máximo acuerdo posible, mientras que el también no adscrito Joan Josep Puigcorbé ha pedido no caer ni en un plan raquítico ni en el maltrato a los vecinos cuando se aborde la fachada de la Glria.
RECHAZO DEL PSC Y LA CUP
El socialista Daniel Mdol ha lamentado este acuerdo y cree que BComú ha mutado y se ha hecho cómplice del 'mobbing' inmobiliario en el entorno del templo y ha dicho que este no es un acuerdo histórico, sino de mala gestión y un regalo a un privado --en referencia al templo--, que promueve actuaciones que obligará a vecinos a "desayunar hormigón los próximos diez años".
Pere Casas (CUP) ha asegurado que el Gobierno municipal ha abierto "la puerta a la afectación y el desahucio de los vecinos", y ha advertido de que la Sagrada Família se ha convertido en un parque temático, por lo que ha instado a señalar en la entrada qué partes del monumento son diseño del arquitecto Antoni Gaudí y cuales no.