Barcelona desarrolla su plan de sequía sin apenas restringir servicios municipales y domésticos

Eloi Badia y Cristina Vila
EUROPA PRESS
Publicado: jueves, 11 enero 2018 14:58

   El Ayuntamiento podrá reducir su consumo hasta un 97% y lanza un mensaje de "tranquilidad"

   BARCELONA, 11 Ene. (EUROPA PRESS) -

   El Ayuntamiento de Barcelona ha iniciado los trámites para aprobar el protocolo de actuación en situación de sequía en la ciudad, con el que no prevé prácticamente restringir servicios municipales ni domésticos y en el que plantea todos los escenarios, también los máximos niveles de emergencia, que nunca se han alcanzado.

   Las restricciones del protocolo afectan a jardines y espacios verdes; fuentes ornamentales; limpieza urbana; piscinas e instalaciones deportivas, y limpieza de vehículos, y no regulan el abastecimiento doméstico, que depende del Área Metropolitana de Barcelona (AMB), algo que está trabajando y con lo que prevé modificar la presión pero no realizar cortes de suministro, ha asegurado en rueda de prensa este jueves el concejal de Presidencia, Eloi Badia.

   Con todas las actuaciones que prevé el protocolo, el Ayuntamiento podría reducir su consumo entre un 3% y un máximo de un 97%, sustituyendo agua potable por agua freática y reduciendo servicios municipales y dejando de usar fuentes ornamentales, entre otras medidas, ha detallado junto a la directora general de Barcelona Cicle de l'Aigua, Cristina Vila.

   Los escenarios que contempla el protocolo son de prealerta --con un segundo nivel que se activaría si en seis semanas y en las mismas condiciones se declarara la alerta--; alerta, que podría llegar en primavera si las condiciones no cambian; excepcionalidad, con otras restricciones, y de emergencia, con limitaciones extraordinarias; todos los decreta la Generalitat, excepto el segundo nivel de prealerta, que lo establece el Ayuntamiento.

   En la fase de alerta, el Ayuntamiento no rellenará fuentes ornamentales si no es con agua freática; priorizará la freática en la limpieza urbana --el 20% podrá ser potable--; limitará rellenar piscinas; los jardines privados se regarán sólo dos días por semana; los campos deportivos deberán regarse con la mínima cantidad de agua potable, y la limpieza de vehículos sólo podrá realizarse en establecimientos comerciales que cuenten con sistemas de recirculación de agua.

   En situación de emergencia --que se daría si no lloviera durante varios meses, algo que Badia ha dicho que no ha ocurrido nunca-- se prohibirá regar jardines, rellenar jardines y regar campos deportivos tanto públicos como privados, y el Ayuntamiento no rellenará fuentes ornamentales y reducirá los equipos de limpieza urbana que usan agua.

MENSAJE DE "TRANQUILIDAD"

   Badia ha lanzando un mensaje de "tranquilidad a toda la ciudadanía, porque hoy en día no hay ninguna previsión de este tipo" y no está previsto entrar en escenarios de emergencia ni en ninguno que pueda afectar significativamente el uso cotidiano del agua, aunque ha pedido a los ciudadanos estar concienciados, porque cada gota cuenta, ha dicho.

   El consumo total en la ciudad es de 162 litros por habitante al día, teniendo en cuenta todos los usos, incluido el industrial y el comercial, cifra que Badia asegura que es "envidiable" para muchas otras ciudades: el consumo sólo doméstico es de 107 litros por habitante y día y representa el 66% del consumo total anual, mientras que el industrial y comercial es el 28%, y el de servicios municipales es del 6%.

   El abastecimiento de agua potable en Barcelona tiene mayormente un origen superficial: el 80% proviene de las cuencas del Ter y del Llobregat, mientras que el 16% proviene de recursos subterráneos de agua freática, y el 4% de agua desalinizada en la planta ubicada en El Prat de Llobregat (Barcelona), que sitúa la ciudad en un mejor escenario que en la última sequía prolongada, en 2008, cuando se requirieron barcos llenos de agua.

   Badia ha defendido que el Ayuntamiento ha trabajado durante estos años, y ha reducido su consumo un 11%, cifra que asciende al 18% si se trata sólo de agua potable, ya que ha pasado a usar un 30% de agua freática, ampliando la red, algo en lo que sigue trabajando.

SANCIONES

   Preguntados por las sanciones, Vila ha señalado que se desarrollarán y analizarán si las actuales ordenanzas ya les dan cobertura o debe realizar algún procedimiento complementario, y Badia ha señalado que la Guardia Urbana y Bomberos de Barcelona realizarán inspecciones para velar por que se cumplan las restricciones.

   Con el protocolo, que cuenta con el visto bueno de la Generalitat, el Ayuntamiento prevé ahorrar un 14% de consumo en un escenario de alerta; un 50% en el de excepcionalidad, y un 97% en el de emergencia, superando el porcentaje que marca la Generalitat, que establece que debe ser del 5%, del 15% y del 25% en cada una de las fases.

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