Barcelona destina este mandato 205 millones de euros a la mejora de las cloacas

AYUNTAMIENTO DE BARCELONA

BARCELONA, 4 Nov. (EUROPA PRESS) -

El gerente de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Barcelona, Jordi Campillo, ha informado este jueves de que el consistorio habrá destinado 205 millones de euros a la mejora del sistema de cloacas en este mandato 2007-11.

Según ha afirmado Campillo en rueda de prensa, un 40% de la inversión procede del Ayuntamiento, mientras que el resto pertenece a fondos europeos y estatales. El total del presupuesto habrá servido para rehabilitar, construir o modificar 91 kilómetros de cloacas.

Además de estas obras, el Ayuntamiento también ha construido los depósitos de aguas pluviales de Urgell y el Carmel - La Clota, que está en la fase final de construcción, con una inversión de 74 millones de euros, de los cuales 31 provienen del Ayuntamiento.

Las nuevas instalaciones, además de evitar malos olores en las calles, contribuirán a canalizar el total de los 100 hectómetros cúbicos de aguas residuales que produce anualmente la ciudad hacia las depuradoras del Besòs y el Llobregat antes de arrojarla al mar, ha explicado Campillo, que ha asegurado que la medida contribuye a construir "unas playas mejores" para Barcelona.

Parte de la red de cloacas se ha tenido que modificar a causa de la construcción de la estación de la Sagrera y la Línea 9 del Metro. Campillo ha afirmado que en estos casos, el Ayuntamiento ha dirigido las obras pero "la inversión ha sido a cargo de Gisa y Adif", constructoras de las infraestructuras.

CLOACAS DE GRES PARA EVITAR RETENCIONES

El director de Serveis del Cicle de l'Aigua, Román Llagostera, ha destacado la instalación de cubetas de gres en varios colectores de agua, en sustitución del hormigón tradicional.

Llagostera ha explicado que, pese al mayor coste del gres, éste "sufre menos erosión" y permite un deslizamiento más fácil del agua, especialmente en la parte baja de la ciudad, como el colector de las calles Carrera y Vila Vilà, donde se ha introducido el gres para evitar que el agua se estancara a causa de la poca pendiente, lo que provocaba malos olores.

La obra de las calles Carrera y Vila Vilà también ha incluido un muro de separación de los dos cauces, ya que la confluencia de las aguas provocaba un freno en el flujo de la calle Carreras, de menor calado, y el estancamiento y retorno de residuos.