La atención a personas y familias vulnerables creció un 25% en el primer semestre del año
BARCELONA, 13 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Ayuntamiento de Barcelona reclamó hoy al Gobierno central y al catalán que "tomen una decisión" de manera coordinada para mejorar la protección social de los parados para que estas personas y sus familias vivan en dignidad y, sobre todo, para prevenir la presión asistencial en los servicios sociales que provocaría la inexistencia de este apoyo.
El presidente de ICV-EUiA en el Ayuntamiento de Barcelona y alcalde accidental, Ricard Gomà, recordó hoy en rueda de prensa la "necesidad" de que ambas Administraciones trabajen en este sentido, al mismo tiempo que subrayó el esfuerzo de las políticas municipales para dar respuesta al crecimiento de las peticiones registrado en los servicios sociales de la ciudad por la crisis.
En este sentido, destacó que la atención a las personas y familias socialmente vulnerables creció en torno a un 25% en el primer semestre del 2009 en relación al mismo periodo de 2007, con más de 36.000 peticiones, y que el gasto social en el Programa Municipal de Actividades de Verano aumentó un 22% respecto al 2008.
Ante el impacto social de la crisis, Gomà explicó que el ayuntamiento no sólo fortaleció las políticas sociales ya existentes, sino que definió respuestas nuevas en el marco del pacto por la ocupación de calidad y el programa de acción social contra la pobreza.
Gomà destacó que en este primer semestre de 2009 se haya conseguido la cifra de 2,7 millones de euros en contratación municipal socialmente responsable y que haya aumentado hasta 18.723 el número de personas socialmente vulnerables que participan en programas de inclusión laboral.
LOS PERFILES MÁS AFECTADOS POR LA CRISIS
Las personas y familias socialmente vulnerables y las que se encuentran en riesgo de exclusión social severa son las que presentan unas necesidades más emergentes y las que están más vinculadas al impacto social de la crisis.
También pertenecen a este grupo los niños y adolescentes en riesgo social y las personas inmigrantes en riesgo de exclusión, pero la presión asistencial en ambos colectivos no fue tan elevada, incluso, en el caso del segundo grupo, descendió un 6,3 por ciento respecto al mismo periodo de 2007.
Un descenso que Gomà explicó por la desaceleración de la llegada de inmigrantes en este primer semestre de 2009 y, en menor medida, por las dinámicas de retorno.
