BARCELONA, 1 Ago. (EUROPA PRESS) -
El barrio barcelonés de Gràcia apostará en la edición de este año de sus populares fiestas mayores por la "calidad" y una dimensión más "familiar", explicó hoy el presidente de la Federación de la Festa Major de Gràcia (Barcelona), en la presentación del evento, que se celebrará entre el 15 y el 21 de agosto.
De esta forma, desde la organización se quiere intentar que los vecinos de Gràcia sientan que las fiestas "han estado hechas para ellos y por ellos".
El objetivo de este año de culturizar y familiarizar los actos se nota en el programa ya que se han incluido nuevos espacios temáticos --12 en total-- que a lo largo del barrio acercarán a sus visitantes ámbitos como la cultura, la gastronomía o la música.
El colegio de la Salle se dedicará a la canción lírica y a la zarzuela, mientras que la 'Casa dels Músics' se ceñirá a los conciertos en directo. La plaza del Diamant acogerá conciertos de swing, y la de Joanic se convertirá, por unos días, en la plaza de la interculturalidad.
La gran novedad de este año es el espacio gastronómico 'Tasta Gràcia' donde se harán degustaciones, comidas y cenas populares y actividades relacionadas con la cocina durante todos los días de fiesta, en la plaza Manuel Torrent. "El precio del tiquet será de dos euros y la mitad de las recaudaciones se destinarán a una entidad solidaria", informó Estruch.
RECOGIDA SELECTIVA
Por su parte, el concejal del distrito de Gràcia, Guillem Espriu (PSC), sostuvo que esta fiesta es un "elemento patrimonial" y como tal, "todo el mundo debe contribuir para que sea un éxito".
Los servicios de limpieza se refuerzarán. El servicio habitual con servicio de agua empezará a las 7 de la mañana y el intensivo finalizará a las 11. "Sobretodo, se intentará hacer la recogida selectiva en todas las calles que estén decoradas", destacó el edil.
La coordinación de las actuaciones de los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana de Barcelna en materia de seguridad continuará este año "después de los buenos resultados que nos han dado desde su linea de trabajo, iniciada el año 2006", informó Espriu.
Los agentes patrullarán tanto por la mañana como por la noche y controlarán la venta ambulante, harán controles de alcoholemia y vigilarán que bares y veladores no hagan ruido por las calles después de las 2.30 horas aunque en las vigilias de festivo la hora de cierre llegará más tarde, a las 3.30 horas.