BARCELONA, 13 May. (EUROPA PRESS) -
El servicio público de bicicletas de Barcelona, el Bicing, tiene unos 30.000 usuarios "para depurar" que causarán baja en menos de medio año si no renuevan su abono, afirmó hoy el concejal de Movilidad, Francesc Narváez. El nuevo contrato permite dar de baja al usuario que no abone los 30 euros anuales en tres meses tras cumplirse un año de la última renovación de su tarjeta.
Lo explicó en declaraciones a los periodistas en un acto para presentar el proyecto 'Reparado mejor que nuevo', en el que la Entitat del Medi Ambient (EMA) del Área Metropolitana --que preside Narváez-- invierte 20.000 euros en 10 meses para que la ciudadanía aprenda con la cooperativa Biciclot --que tiene 27 años de experiencia-- a reparar bicicletas abandonadas.
Narváez dijo que el Bicing suma 169.000 abonados, lejos de los más de 190.000 que alcanzó en 2009, y el numero de usuarios sigue a la baja. Destacó que tras la protección antivandálica de las estaciones, "han desaparecido las bicicletas --de Bicing-- abandonadas" por la calle, y ahora son anecdóticos" el mal uso del sistema, que en 2009 sumaba 22.000 usos impropios mensuales.
Las bicicletas abandonadas de particulares sí que van en aumento, porque "la bicicleta ha ido a más", recordó Narváez, y afirmó que a diario se producen en la capital catalana más de 100.000 viajes en bicicleta. En su mayoría, las abandonadas suelen ser tipo mountain bike y bicicletas de niño que sus familiares desechan cuando se les queda pequeña.
En 2009, los depósitos municipales de Barcelona recibieron 1.359 bicicletas abandonadas, concretaron a Europa Press fuentes municipales, aunque alguna unidad puede que sea sólo de una pieza. Narváez constató que no existen datos metropolitanos, y explicó que las bicicletas que antes iban al vertedero ahora las mandarán a Biciclot para hacer los cursos de reparación.
"En lugar de la manía del consumismo que muchos ciudadanos pueden tener, con pequeñas reparaciones y costes muy bajos una bicicleta puede volver a tener larga vida", dijo Narvéz, quien consideró que los cursos pueden llevar a dos caminos: hacerse reparador de bicicletas o aprender para uno mismo cómo arreglarlas.
REPARADORES EN AUGE
Explicó que está en auge el oficio de los reparadores de bicicletas, que "prácticamente había desaparecido" y que había quedado relegado a quienes lo practicaban en casa. Segú él, hoy no hay casi ninguna tienda de bicicletas en el área metropolitana que no tenga un reparador.
El representante de Biciclot Pere Serrasolsas, cuya cooperativa repara 350 bicicletas anuales, dijo que saber cómo hacerlo pone en valor el oficio de mecánico. "He aprendido a reparar un pinchazo y ahora estoy viendo el esfuerzo del mecánico --señaló--. No es una cosa tan simple", defendió.
Los cursos básicos son de diez horas y tienen lista de espera. Quien lo concluya podrá irse a casa con una bicicleta a la que habrá contribuido a reciclar, estará registrada para disuadir de robos, y debe firmar un contrato conforme la utilizará habitualmente.
El director de servicios de prevención y gestión de residuos de la EMA, Joan Miquel Trullols, subrayó que hace un año abrieron un local en la calle Floridablanca donde se puede acudir con un objeto para repararlo y alargar su vida útil. Añadió que elaborarán una guía con "nociones básicas" de cómo reparar y mantener una bicicleta en buenas condiciones.