Bono evita "mojarse" y pide tranquilidad y confianza en la Constitución

Europa Press Catalunya
Actualizado: viernes, 27 noviembre 2009 13:15

BARCELONA 27 Nov. (EUROPA PRESS) -

El presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, evitó hoy avivar el debate de la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) sobre el Estatut, por lo que recomendó tranquilidad y paciencia así como confianza en la Constitución.

"No está el día para mojarse. Se baña uno, sobre todo, en verano. He dicho todo lo que quería decir sobre el Estatut y su situación en el TC. No quiero avivar el debate y tengo una gran confianza en la Constitución", dijo en respuesta a preguntas de los periodistas tras la conferencia que pronunció en el Fórum Europa, después de que 12 periódicos con sede en Catalunya publicaran una misma editorial en defensa del Estatut.

Ante la presencia de dirigentes de todos los partidos y presidentes de grupos parlamentarios catalanes, y pese a admitir que tiene la capacidad de avivar debates, invocó a la prudencia destacando que su responsabilidad como presidente del Congreso le impedía formular un criterio en público.

"En democracia, el único imperio no es la voluntad de un grupo mayoritario o minoritario, el único imperio digno de ser atendido es el de la ley", reiteró Bono, quien señaló que la Constitución ya ha pasado por otros momentos difíciles que han sido resueltos.

Por ello, como hizo también el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, reclamó "tranquilidad, prudencia y paciencia" porque la Constitución --añadió-- volverá a ofrecer frutos en favor de la convivencia.

"PROBLEMA TERRITORIAL"

Para Bono, la Constitución de 1978 es la que permitió que el asentamiento de la libertad fuera ligada a la distribución territorial del poder, aunque añadió que más que normas jurídicas lo que se necesita son valores colectivos que permitan que los ciudadanos de un país estén dispuestos a seguir juntos en un proyecto común.

Para el ex presidente de Castilla la Mancha, este proyecto común debe condenar el centralismo político, y tal y como hizo la Constitución, apostar por la autonomía, que consideró "el mejor invento del siglo".

"Tuvimos autonomías porque se entendió que para que los poderes fácticos no se sublevaran y admitieran el proceso constitucional, se pensó que con el café para todos se resolvía el problema de Catalunya y País Vasco. Y se aplaudió", dijo.

Sin embargo, admitió que actualmente existe un problema territorial, por lo que emplazó a examinar en profundidad esta cuestión y "sabiendo su etiología" resolverla.

Pese a reconocer que el sentimiento no se puede imponer "por decreto", afirmó que se siente honrado de ser español, y que no concibe España sin la fuerza que representa Catalunya. "Tenemos que mirarnos no como vecinos recelosos, no es bueno hacer antiespañolismo en unos sitios y anticatalanismo en otros", opinó.

Insistió así en la necesidad de reflexionar sobre lo que representa vivir juntos porque "una nación es una comunidad de sentimientos", y advirtió de que si no se ponen en común se hará un mal servicio a los ciudadanos.

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