BARCELONA, 19 Sep. (EUROPA PRESS) -
Las adopciones por parte de familias catalanas han caído un 40% en el último año, pasando de 673 en 2013 a 202 en lo que va de año, algo que la consellera de Bienestar Social y Familia de la Generalitat, Neus Munté, ha achacado al endurecimiento de condiciones de los países de origen y a la crisis económica.
"Seria ingenuo pensar que la crisis no influye, pero principalmente es debido a lo que encuentran las familias en los países", ha valorado Munté en rueda de prensa, en la que ha recordado que la tendencia bajista de las adopciones se inició hace cerca de cinco años, especialmente en el caso de las internacionales.
Uno de los casos más recientes de endurecimiento de las condiciones de acceso es el de Rusia, que ha prohibido las adopciones internacionales por parte de familias monoparentales, como una medida más en contra de los derechos de los homosexuales, y exige a los países la garantía de que el menor adoptado no acabará en un futuro --ya sea por la muerte de los padres o por su abandono-- bajo la tutela de una familia monoparental.
Esta situación afecta a 223 familias catalanas que tienen abierto actualmente un trámite para adoptar a un menor en Rusia, un proceso que se encuentra paralizado a la espera de la firma de un convenio bilateral con España que "pueda satisfacer las peticiones rusas", ha explicado Munté.
La consellera ha avanzado que el 3 de octubre habrá una reunión entre ambos países para tratar de desencallar esta situación, un encuentro que Catalunya seguirá "muy de cerca y con mucha atención".
Además de endurecer los requisitos adoptivos, como el caso de Rusia, muchos de los países de origen de los pequeños están mejorando sus sistemas nacionales de atención y protección de la infancia, lo que hace "que la adopción internacional sea cada vez menos necesaria", ha valorado la consellera.
