En 2009 se detuvieron 39 personas por tráfico de drogas
BARCELONA, 7 Feb. (EUROPA PRESS) -
Las aprehensiones de cocaína en el Aeropuerto de El Prat de Barcelona han pasado de 397 kilos en 2008 a 197 en 2009, una caída que se debe a la desaparición de algunas rutas clave con destinos de América Latina, al menor número de pasajeros y a la disminución de la demanda de droga por la crisis.
En una entrevista de Europa Press, el comandante jefe de la Unidad de la Guardia Civil en el Aeropuerto, Pedro Pizarro, explicó que en 2007 se llegaron a decomisar más de 800 kilos de cocaína, por lo que esta bajada continuada "se debe a que las rutas directas que mantenía antes Barcelona con aeropuertos de Latinoamérica, estos años con la crisis económica han desaparecido", además de que en dos años se ha reducido en unos cinco millones el número de pasajeros.
Según Pizarro, la actividad de la Guardia Civil no ha decrecido, y es "razonablemente óptima", y explicó que en 2008 hubo 91 detenidos --75 hombres y 16 mujeres-- y el año pasado, 39 --33 hombres y seis mujeres-- por tráfico de drogas, menos de la mitad.
Además, aumentó la incautación de heroína, pasando de 2,466 kilos decomisados a 10,598, y la de hachís, ya que en 2008 tan sólo se incautaron 0,55 kilos y en 2009 se alcanzaron los 6,966.
Una de las principales maneras de ocultar la droga es en el organismo --los conocidos 'muleros'--, y "todo lo que a la imaginación humana se le ocurre", aunque este 2009 lo más frecuente han sido ocultaciones en dobles fondos de maletas, bolsos y en el equipaje facturado y no ha habido impregnaciones en ropa.
Los 'muleros' suelen llevar aproximadamente un kilo de cocaína, en unos 60 cilindros, aunque algunos se han llegado a introducir en el cuerpo unos 115 cilindros. El pago suele ser de unos 2.000 euros más el billete. Suelen ser personas con dificultades económicas, en ocasiones nacionales, o extranjeros con permiso de residencia.
A la hora de detectar a los pasajeros que pueden llevar drogas, es muy importante la perspicacia de los agentes, cuando no cuentan con la presencia de los perros detectores antidroga.
"Es cuestión de nerviosismo, sabes que llevas algo mal, que te va a llevar unas consecuencias, y no reaccionas correctamente en la forma en que te mueves en la aduana, cuando recoges tus maletas, y ciertos detalles de estos no pasan desapercibidos", puntualizó.
La mayoría de los pasajeros que transportan droga forma parte de una organización mayor, que trata de introducir droga de gran pureza que luego 'corta' con otras substancias para sacar el máximo beneficio.
"Hay ocasiones que los transportes vienen en masa" para despistar a los agentes, y según Pizarro, ha habido vuelos, principalmente en el Aeropuerto de Barajas de Madrid, en los que pueden llegar hasta 40 'muleros' "para saturar a los servicios policiales". En Barcelona, "se han llegado a detener de golpe en el mismo vuelo a dos o tres personas, no más", dijo el comandante jefe.
MACHACAR LOS VUELOS 'CALIENTES'
Con los vuelos denominados 'calientes', la Guardia Civil lleva las inspecciones "muy a rajatabla" para que "no se escape nada". "Estos vuelos se suelen machacar al 100%, es muy difícil que se escape algo, aunque siempre existe esta posibilidad", recalcó.
Las principales rutas siguen siendo desde países de América Latina, especialmente Colombia y Venezuela, directos o con escala en Madrid, aunque también hay algunas que pasan por África, en Nigeria, Tanzania y Ghana. "Pasan de Sudamérica a África y de allí se utilizan rutas directas con España o con cualquier otro aeropuerto europeo, a veces pasando por Barcelona", explicó.
Pizarró señaló que, a veces, la dificultad que presentan en los controles grandes aeropuertos como Madrid y Barcelona hace que se utilicen otros más pequeños, "lo que pasa es que no todos tienen conexiones con los 'hub'" y no todos los aeropuertos están capacitados a acoger a pasajeros internacionales, puntualizó.
