Los cambios climáticos provocan que Sau reciba un 44% menos de agua que en 1964

Europa Press Catalunya
Actualizado: miércoles, 28 abril 2010 19:32

BARCELONA 28 Abr. (EUROPA PRESS) -

El pantano de Sau (Barcelona), que abastece de agua a la capital catalana, recibe ahora un 44% menos de agua que en 1964, lo que según un estudio pionero que vincula los efectos de El Niño y el cambio climático sobre una de las cuencas fluviales catalanas, estaría provocado en gran medida por estos dos factores.

El informe, presentado por el Instituto Catalán de Investigación del Agua (Icra) y publicado por la revista 'Global Change Biology', es el primero que investiga a escala internacional los efectos de El Niño sobre la calidad del agua, y establece una relación entre los efectos de esta anomalía climática que se produce en el Pacífico y la calidad del agua del Ter que acaba en Sau, que oscila en periodos de entre dos y cinco años.

La relación obtenida establece que, mientras la temperatura aumentó paulatinamente en la cuenca del Ter, se redujeron las aportaciones de agua, pero no necesariamente las precipitaciones. Asimismo, la menor aportación de agua repercutió en su calidad --a menos agua, menos oxígeno disuelto y por tanto menos riqueza--.

El pantano de Sau, es uno de los ecosistemas de la zona del Mediterráneo que cuenta con datos históricos más antiguos, ininterrumpidos desde que se llenó por primera vez en 1964. Estos datos demuestran que, mientras en la década de los 60 entraban en el pantano una media anual de 20 metros cúbicos de agua cada segundo, en la actualidad son solo 12 metros cúbicos.

Esto significa que mientras antes el agua recibida permitía llenar el embalse cuatro veces al año, en términos generales, ahora eso solo sucede 2,2 veces.

Además, también la calidad se vio reducida, ya que en los años más secos el embalse presenta más situaciones de falta de oxígeno, según el informe, provocadas por la tendencia climática. De la misma manera, los científicos aseguran que las obras emprendidas para recuperar agua y depurarla dentro del plan general de saneamiento, han permitido una mejora general del 30% de la calidad, cuando si no hubiera sido por el clima la mejora habría sido del 48%.

El autor del estudio e investigador del Icra, Rafael Mercè, señaló que la importancia del estudio --además de ser uno de los primeros que establece una relación causal entre la tendencia climática y la calidad del agua-- radica en que permiten dotar de nuevas herramientas a los gestores del agua para la toma de decisiones.

Los expertos indicaron que la reducción de agua del Ter --y con ella la pérdida de calidad asociada--, está relacionada con el cambio climático y los efectos de El Niño, pero también en un 20% con el uso que se da de ese agua, no solo por parte de la actividad humano, sino también por un eventual aumento de la masa boscosa, por ejemplo.

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