BARCELONA 21 Feb. (EUROPA PRESS) -
La escritora Care Santos redescubre la Barcelona invadida por las tropas napoleónicas en su nuevo libro 'El aire que respiras' (Planeta/Edicions 62), localizado en el centro de la ciudad, una "Barcelona intramuros".
Según ha explicado en un encuentro con la prensa, la historia arranca cuando Virginia acaba de heredar el negocio familiar, la librería Palinuro, y halla, entre un montón de ejemplares, la historia de Carlota Guillot y la búsqueda de un libro escurridizo, que formó parte de una de las bibliotecas particulares más sibaritas de la Barcelona napoleónica.
A partir de esta búsqueda, Santos teje una historia prolongada a lo largo de las décadas más convulsas del siglo XIX durante las que la ciudad asistió a su mayor transformación: el derribo de las murallas y la urbanización de la emblemática Rambla, desde cuando ha dejado de ser la misma ciudad, ha remarcado la autora: "Una persona que la conociera bien ahora no la reconocería".
"Sorprenderá esta visión de La Rambla, llena de conventos y cerrada por arriba y por abajo", ha explicado Santos, quien ha defendido que la configuración actual de la ciudad responde también a esta transformación.
Este libro es un canto de amor a los libros y a la lectura, con letras capitales especialmente ilustradas para la edición e incluso con la aparición de una lista de libros prohibidos eróticos que existieron realmente y que la autora reseña al final de la obra.
AMORTIZACIONES DE MENDIZÁBAL
La obra ha nacido de la voluntad de la autora de explicar los avatares de las obras que afloraron tras las amortizaciones de Mendizábal en 1835 como trasfondo, y que ha acabado adelantándose 20 años hasta la invasión napoleónica.
En esa época se pusieron en circulación bienes de patrimonio cultural y librero de la ciudad, ha explicado la autora, de la mano de la historia del joven italiano reclutado por Napoleón, Filipo Brancaleone, quien es sanado en Barcelona por Rita Neu en el Hospital de la Santa Creu y acaba ejerciendo como "toca-campanas" de la parroquia de Santa Ana.
Santos ha reivindicado que la ciudad de Barcelona es, más allá de las modas, un escenario todavía por explotar, así como este periodo histórico, no existiendo ninguna obra ambientada en la ciudad que trata esta temática.
El proceso de documentación ha sido extenso, con verdaderos hallazgos de "oro" en las blibliotecas y hemerotecas de la ciudad.