Carlota Bruna: "El negacionismo climático más peligroso es el apático, el 'nada me importa"

La divulgadora considera que hay alejarse "del activismo del ego"

Europa Press Cataluña
Publicado: jueves, 20 noviembre 2025 11:15
Carlota Bruna recibe el Premio Torres & Earth 2025 a la Concienciación Ambiental
Carlota Bruna recibe el Premio Torres & Earth 2025 a la Concienciación Ambiental - ALBERTO PAREDES -FAMILIA TORRES
BARCELONA, 20 Nov. (EUROPA PRESS) -

La divulgadora y embajadora del Pacto Europeo por el Clima, Carlota Bruna (Barcelona, 1997), asegura en una entrevista con Europa Press que "el negacionismo más peligroso es el apático, el 'nada me importa" y que ser activista es combinar amor por el planeta y responsabilidad con las generaciones futuras.

Bruna recibió recientemente el Premio Torres & Earth 2025 a la Concienciación Ambiental por "su incansable tarea de sensibilización a favor del medio ambiente, su lucha contra el uso del plástico y su capacidad para movilizar e inspirar a la sociedad en defensa de un futuro más sostenible".

Explica que, aunque nació y creció en Barcelona, desde pequeña ha tenido una conexión muy fuerte con la naturaleza gracias a su madre, quien la llevaba a disfrutar de las montañas y del mar, y a medida fue creciendo y descubriendo el impacto que los seres humanos tienen sobre el planeta, sintió la necesidad de hacer algo.

"Empecé a oír la palabra 'cambio climático' en los medios convencionales y me invadió el miedo y la frustración. Pensaba ¡nos estamos cargando lo que nos da vida!", afirma.

Una de sus principales motivaciones fue ver que la información no siempre llega de forma clara y accesible, en sus palabras, y recurrió a todos los medios a su alcance, tanto redes sociales, como libros, documentales y televisión.

Considera que "el negacionismo climático más peligroso es el apático, el 'nada me importa', pero por suerte es poquísimo" porque entiende que el ser humano está diseñado para que le importe su entorno.

"Luego está el negacionismo por ignorancia, que nace de la desinformación o del miedo a aceptar que necesitamos cambios profundos. Es frustrante porque los datos científicos son claros, pero al mismo tiempo intento entender que no todo el mundo ha tenido acceso a la misma educación ambiental", añade.

DIÁLOGO Y EMPATÍA

Bruna prefiere poner el foco en el diálogo y la empatía, aunque considera que también es importante ser firmes con la realidad pues "negar el cambio climático no lo detiene; actuar, sí".

Ve a la gente joven movilizada en materia medioambiental: "Sí, y es una de las cosas que más esperanza me da. La generación joven es mucho más consciente, mucho más crítica y mucho menos conformista".

Cita a estudiantes, creadores digitales, jóvenes investigadores y activistas que "no sólo hablan, sino que exigen y actúan", y apuesta por darles más espacios y más apoyo para que su energía se traduzca en cambios estructurales, textualmente.

Carlota Bruna afirma que su activismo tiene un 'feedback' muy positivo, algo que la motiva a continuar: "Muchas personas me explican que gracias a algunos de mis contenidos han cambiado hábitos o han empezado a reflexionar sobre su impacto. También recibo sugerencias y críticas constructivas que me permiten mejorar y adaptar lo que hago".

No obstante, considera que hay alejarse "del activismo del ego" y transmitir un mensaje que realmente llegue, que se adapte a muchas realidades y posibilidades económicas y que permita el cambio que la Tierra necesita, en sus palabras.

UN CAMBIO PROFUNDO

"Lo hacemos porque realmente queremos un cambio profundo que se haga desde el amor a la naturaleza, los animales y nuestra especie, que todo somos lo mismo aunque lo nombre por separado", precisa.

Su activismo la ha llevado a viajar por medio mundo y uno de los lugares que más le impresionado ha marcado es Ecuador, especialmente las Islas Galápagos: "Allí la naturaleza y los animales son, literalmente, la prioridad absoluta, y esto se nota en cada decisión y en cada norma. Es un recordatorio constante de que estos ecosistemas existen desde hace milenios, mientras que nosotros sólo estamos de paso".

ALIMENTACIÓN SALUDABLE Y SOSTENIBLE

Bruna fue una de las primeras personas en publicar una guía sobre alimentación saludable y sostenible: "El primer consejo es empezar por pequeños cambios que sean realistas y sostenibles en el tiempo. No hace falta transformarlo todo de un día por el otro; es mejor incorporar hábitos que podamos mantener".

Asegura que priorizar alimentos vegetales, de temporada y con menos procesamiento "es una base muy sencilla pero muy potente" y también recomienda reducir el desperdicio alimentario, una de las causas más importantes del calentamiento global, avisa.

Al respecto, asegura que la forma en que protegen las especies, cómo regulan el turismo y cómo entienden la convivencia con la fauna es, en sus palabras, profundamente inspiradora: "Galápagos te reconecta con una humildad que a menudo olvidamos".

POLÍTICAS PÚBLICAS

Bruna considera que los gobiernos podrían hacer mucho más por proteger el ecosistema, porque "aunque la responsabilidad individual es importante, los grandes cambios vienen de las políticas públicas y de las estructuras económicas".

Explica que los gobiernos "tienen la capacidad y la obligación moral de impulsar medidas valientes en energía, movilidad, alimentación y educación ambiental", pero se avanza demasiado lentamente por intereses económicos, critica.

"Estoy convencida que con más ambición política se podrían acelerar todas las soluciones, que recordemos que ya existen", subraya.

Contador

Contenido patrocinado