Estudiantes esperando antes del primer examen de las pruebas de acceso a la universidad (PAU), en la Facultad de Economía y Empresa de la UB - DAVID ZORRAKINO - EUROPA PRESS
BARCELONA 8 Jun. (EUROPA PRESS) -
Los tribunales de las pruebas de acceso a la universidad (PAU) han preguntado a los alumnos en qué idioma preferían hacer los exámenes y han situado carteles informativos en las sedes de las pruebas, en cumplimiento del auto del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) que ha ordenado ofrecer a cada alumno el examen en catalán, castellano y aranés.
En el inicio de las pruebas este martes, casi 40.000 estudiantes se han enfrentado en primer lugar a la prueba común de Lengua Castellana y Literatura, y harán dos exámenes específicos después, con pausas intermedias de hora y media.
Así, en las puertas de las aulas había hojas de papel colgadas en las que se leía, en catalán, castellano y aranés, el siguiente mensaje: "Recordad que, como cada año, están a vuestra disposición los exámenes en las distintas lenguas cooficiales de Catalunya", y deseaba todos los aciertos en la realización de las PAU.
Además, los responsables de vigilar los exámenes, tras leer las instrucciones, han preguntado si había alumnos que deseaban hacerlos en castellano; los que sí han levantado el brazo, algunos tras meditarlo unos segundos.
En el tribunal 37 de la Universitat de Barcelona (UB), situado en la Facultad de Biología, un 13% de los alumnos han pedido hacerlo en castellano, según ha explicado a los medios la presidenta del tribunal, Gemma Marfany.
Según aseguró este lunes la consellera de Investigación y Universidades de la Generalitat, Gemma Geis, habitualmente lo pedía un 5% del alumnado en toda Catalunya.
Geis anunció que se "reforzaría la comunicación" sobre la libertad de escoger lengua y que, por lo demás, el procedimiento sería el mismo de los últimos años: según explicó, el estudiantado que quisiera hacerlo en castellano lo podría pedir.
MEDIDAS DE CONTENCIÓN
Las pruebas recuperan su ubicación habitual en el mes de junio --en 2020 se realizaron en julio por las afectaciones de la pandemia de Covid-19-- y siguen abarcando cuatro días.
En la entrada, los estudiantes tenían que esperar en puntos de encuentro situados en el exterior del edificio, ordenados según su número de tribunal.
Una vez dentro del vestíbulo, se han desinfectado las manos con gel hidroalcohólico, se les ha llamado uno por uno para que entraran a las aulas, y se han sentado respetando las distancias de seguridad, con una veintena de alumnos por sala.
Deben llevar la mascarilla puesta en todo momento, no como en 2020, cuando se autorizó que se la quitaran durante la realización de los exámenes.