BARCELONA, 18 Ene. (EUROPA PRESS) -
La primera tesis doctoral sobre la 'caza de brujas' en Catalunya, de Pau Castell, ha concluido que Catalunya fue "precoz" en la persecución por brujería con miles de procedimientos abiertos, ha informado este lunes la Universitat de Barcelona (UB) en un comunicado.
Bajo el título 'Orígens i evolució de la cacera de bruixes a Catalunya (segles XV i XVI)', premiada con un accésit por el Premi Claustre de Doctors, la tesis recoge hasta 300 juicios: "En Catalunya hubieron miles de procesos por brujería; la cifra es difícil de cuantificar porque muchos de ellos no están documentados", ha expuesto Castell.
La caza de brujas, que fecha de la primera mitad del siglo XV y se ubica en el Pirineo catalán, los Alpes y los Apeninos centrales, se explica por el tipo de sistema judicial que en los Pirineos era muy descentralizado, muy alejado de tribunales más rigurosos y escépticos como la Inquisición o el Real Consejo.
"La caza se desarrolla casi siempre en el marco local, desde la sospecha y la acusación hasta el procesamiento y la ejecución de los culpables"; a diferencia de lo que se creía en los años sesenta y ochenta, eran los vecinos los que acusaban a las mujeres de echar mal de ojo a niños, animales y ser brujas.
Esto explicaría por qué aumentaron de forma importante los procesos en periodos de epidemias y de gran mortandad, cuando se acentuaba la tendencia a buscar culpables, lo que incluye la caza de brujas en la misma línea que las persecuciones de judíos y leprosos, según la tesis.
Además, el autor sostiene que en el caso de las supuestas brujas había otros factores, como la misoginia y el avance del patriarcado en aquella época.
EL ESTEREOTIPO DE BRUJA
La tesis tiene un apartado dedicado al estereotipo de bruja, un ser caracterizado por rasgos como los vuelos nocturnos, el 'akelarre' o echar mal de ojo, y en algunos casos la acusada es precisamente a quien acudían los vecinos para cuidar algunas enfermedades.
El concepto también procede del imaginario de determinadas figuras nocturnas femeninas y, de hecho, la palabra 'bruja' hace primero referencia a estas figuras y, posteriormente, se aplicó a mujeres reales.
Durante la investigación, Castell ha constatado que la idea de bruja sigue viva hasta los años cuarenta: "Cuando hablas con ancianos del Pallars, mantienen vivo el concepto de qué es una bruja y qué familias o casas tenían fama de practicar brujería", lo que desaparece durante el siglo XX, cuando se desestructura esa sociedad.