BARCELONA 19 May. (EUROPA PRESS) -
El historiador madrileño Charles Powell ha presentado este jueves en Barcelona 'El amigo americano', un "novedoso" ensayo realizado a partir de documentos secretos, desclasificados recientemente, que investiga la implicación de Estados Unidos en la Transición.
Powell ha analizado la etapa comprendida entre 1969 y 1989, porque en esos años se producen cambios importantes como el paso de la Guerra Fría a la desintegración de la Unión Soviética y, en España, la evolución del franquismo a la democracia consolidada, pasando por la Transición.
"Mi interés sobre el tema nació en los años 90 pero no lo he podido satisfacer hasta que los documentos de la época han sido desclasificados", ha explicado Powell, que también ha buscado información en el Departamento de Estado y el Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos; ha consultado documentación diplomática, y ha entrevistado a personalidades claves de la Transición como Marcelino Oreja, José Pedro Pérez Llorca y Leopoldo Calvo Sotelo.
Con todos los datos recogidos ha llegado a la conclusión de que Estados Unidos tuvo serias dificultades para resolver e dilema que se le presentaba al pretender favorecer una salida democrática a la dictadura franquista, pero sin poner en peligro su acceso a las bases militares españolas.
"Me interesa mucho el dilema americano que, por una parte, había colocado bases militares en España en su política de creación de acuerdos con partidos anti-soviéticos durante la Guerra Fría y al mismo tiempo estaba comprometido con la expansión de la democracia por el mundo", ha asegurado el historiador.
Sin embargo, a Estados Unidos le interesaba colaborar con la democratización de España porque sólo una España democrática podría entrar en la OTAN y en la Comunidad Europea y "asegurar su anclaje en el bloque occidental".
Para conseguirlo, ha explicado Powell, usaron varias estrategias como "hacer muy poco para derrocar a Franco"; fortalecer la figura del rey Juan Carlos --por lo que, en 1971, le invitaron a hacer una visita a Estados Unidos--, e intentar controlar la oposición democrática.
Además, se apoyó económicamente a los sindicatos no comunistas; se fomentó el apoyo a ONGs, periodistas y abogados, y se incentivó el debate sobre el futuro de España en periódicos como el 'New York Times' y el 'Washington Post'.
Sin embargo, los americanos, con Henry Kissinger como cabeza visible de la política internacional, eran incapaces de entender el papel de los socialistas moderados: "Todo el mundo dice que Kissinger es el máximo exponente del realismo político pero en realidad su bagaje ideológico era más marcado de lo que se cree y eso le impedía interpretar correctamente realidades como la de Portugal y España", ha asegurado Powell.
Otro de los grandes desencuentros fue con la entrada de España a la OTAN, ya que Adolfo Suárez se oponía a la decisión, aunque "los americanos fueron bastante pacientes y no presionaron mucho".