Apuesta por reducir o suspender el régimen cerrado en casos de inestabilidad emocional del interno
BARCELONA, 3 Mar. (EUROPA PRESS) -
La consellera de Justicia de la Generalitat, Lourdés Ciuró, ha explicado este jueves que uno de los objetivos de la conselleria es minimizar el riesgo de suicidio en prisiones.
Lo ha dicho durante su comparecencia en la Comisión de Justicia del Parlament de Catalunya, en la que ha asegurado que la tasa de suicidios en los centros penitenciarios es "significativamente más alta que la tasa en la población general".
Así pues, ha detallado que se producen tasas de suicidio 7,5 veces superiores en población preventiva y 6 veces superiores en población penada, en relación con la población general.
Ha añadido que las causas pueden ser "problemas de salud mental y adicciones" o las circunstancias que genera la privación de libertad y la reclusión, entre otros.
Desde la conselleria se ha creado un programa para prevenir los suicidios en las prisiones de Catalunya, que parte de la idea de que los suicidios "son evitables", y este programa evalúa a los internos y determina la gravedad del riesgo de acabar con su vida, establece que diferentes procedimientos de actuación según el nivel de riesgo y un seguimiento proactivo durante 12 meses.
"Este programa tiene tres objetivos: disminuir la mortalidad por suicidio con el objetivo ideal de suicidio cero, aumentar la supervivencia de la población atendida por conducta suicida y prevenir la repetición de tentativas", ha explicado.
AUMENTO DE SUICIDIOS
Ciuró ha detallado que desde 2010 la media de suicidios en los centros penitenciarios catalanes es de siete casos anuales, pero ha explicado que en 2020 y 2021 se produjeron 11 defunciones cada año, mientras que en 2022 ya se ha contabilizado un caso.
Las posibles causas de estos desenlaces son las restricciones y limitaciones de movimiento e interacciones sociales para evitar los contagios; suspender las comunicaciones familiares presenciales, la formación escolar, las salidas de permiso o la disminución de las actividades grupales.
Así pues, para intentar disminuir estos hechos, se incrementaron el número de llamadas de los internos, se permitieron videollamadas con familiares o abogados, se compró material de rehabilitación, se contrató a profesionales de animación y se aumentó la aplicación del artículo 86.4 que permitió que uno de cada dos internos que están en tercer grado pasara el confinamiento en su domicilio.
Ha explicado que la conselleria también está apostando por reducir o suspender la aplicación del régimen cerrado o las sanciones de aislamiento en los casos en los que el interno muestre una inestabilidad emocional grave, una patología mental en fase aguda o tenga activado el programa de prevención de suicidio, y ha detallado que en 2021 contabilizaron 152 tentativas de suicidio que gracias a los profesionales de prisión se evitó el desenlace.
