La concejal del distrito admite que recibió coacciones de la trama de los prostíbulos
BARCELONA, 22 Ene. (EUROPA PRESS) -
Las prostitutas subsaharianas que dejaron La Rambla de Barcelona en otoño por el refuerzo policial intentan volver a ejercer en el paseo, advirtió hoy la concejal del distrito de Ciutat Vella, Itzíar González, quien afirmó que lo ha detectado ella misma y la policía.
"Yo soy vecina del Gòtic y he percibido intentos y movimientos", aseguró González, de 41 años, y que es vecina de Ciutat Vella desde que tenía 18. Añadió: "Tenemos un despliegue policial importante en La Rambla; por lo tanto nos mantenemos firmes en este espacio que no queremos perder, y ellos mismos han detectado que hay intentos".
En declaraciones a TV3 recogidas por Europa Press, la concejal explicó que la mayoría de las prostitutas provienen de Benin City, en el sur de Nigeria, acuciada por la pobreza. Dijo que en Barcelona "funcionan autónomamente", aunque es una red que las trajo hasta la capital catalana.
Ante ello, abogó por interesarse desde las "ciudades globales" por las realidades de otros sitios del mundo que acaban incidiendo en su vida cotidiana. "Lo que pase en Panyab y Nigeria tiene que ver con la calidad de vida de los vecinos", afirmó en referencia a los de Ciutat Vella, y deseó reunirse con embajadores para conocer estas realidades.
Reconoció que muchas personas acuden a Ciutat Vella "buscando cosas que no harían en otros sitios", y citó las redes de explotación de personas, ante lo que el Distrito ha reaccionado creando "equipitos de investigación e inspección" sobre pensiones ilegales, pisos sobreocupados y licencias de actividad que hacían algo diferente a lo declarado.
Cuando algo no es competencia del Distrito, lo dejan a manos de la Junta Local de Seguridad de Ciutat Vella, que acaba de cumplir seis meses. En ella han visto, según la edil, que las complicidades entre cuerpos policiales y la Fiscalía "garantiza que los multireincidentes van a la cárcel".
En relación a la presunta trama de los prostíbulos, que también salpicó a funcionarios municipales, González dijo que está en secreto de sumario pero vio "esperanzador" que la Justicia, la policía y la Fiscalía se impliquen en mejorar la función pública y su transparencia, y admitió que recibió coacciones, que no concretó.
"En momentos de crisis ya se les ponen las cosas más difíciles, reciben presión. Hay calentamiento global, y la crisis hace que tengan las cosas más difíciles, se pongan más nerviosos, y a veces hace que cometan el error de que pueden coaccionar a un cargo público", afirmó, y concluyó: "Quiero entender que hubiese pasado a cualquier compañero mío".
