El Colegio de Arquitectos pide más políticas para devolver la construcción a la normalidad

BARCELONA 25 Ene. (EUROPA PRESS) -

El decano del Colegio de Arquitectos de Catalunya, Lluís Comeron, ha pedido "más políticas" que ayuden al sector de la construcción a volver a niveles normales en comparación con los países del entorno europeo, ya que ha asegurado que actualmente está muy por debajo y ello es un lastre para la recuperación de la economía y el empleo.

En rueda de prensa este lunes para hacer balance de los visados de 2015, ha abogado por políticas "más decididas, más valientes y más ambiciosas", con especial potencial en la mejora de la eficiencia energética en los hogares catalanes y en el impulso de la rehabilitación para que tenga un peso en el sector superior al de la obra nueva, como pasa en otros países europeos.

La superficie de proyectos de ejecución de obra --obligatorios para empezar obras nuevas y rehabilitación-- en Catalunya en 2015 fue de 2.881.076 metros cuadrados, un 26% más que en 2014, y se visaron 6.351 viviendas, un 47% más, aunque Comerón ha indicado que ha sido un crecimiento influido por grandes proyectos --de más de 10.000 metros cuadrados-- que se pararon por la crisis y se han retomado ahora, y desigual entre provincias, con Barcelona al frente y mejora en forma de mancha de aceite.

Ha alertado de que, eliminando los grandes proyectos (que crecieron un 61% interanual en superficie, frente al 18,7% del resto de proyectos), la edificación tiene un ritmo de crecimiento "demasiado lento, insuficiente para que el sector pueda recuperarse y la economía pueda normalizarse y reducir el paro", y se ha mostrado convencido de que, con mejores estrategias públicas, se aceleraría el crecimiento del sector y de la economía.

Ha indicado que, tanto los proyectos de ejecución de obras en general como el sector concreto residencial están en niveles de hace 30 años, y que la construcción debería suponer entre tres y cuatro puntos más del PIB catalán que actualmente para considerar que ha vuelto a niveles normales.

VIVIENDA

En el caso de las viviendas, ha apuntado que el ritmo de construcción normal en Catalunya teniendo en cuenta la demografía y los países del entorno debería ser de entre 20.000 y 22.000 pisos anuales, el triple respecto a los datos de 2015, y que con políticas adecuadas se podría conseguir en entre tres y cinco años.

El sector comercial también ha crecido por grandes proyectos desencallados, pero el resto siguen estancados o con leves decrementos o incrementos: "Ahora, cualquier proyecto anecdótico desvía las estadísticas", ha puntualizado Comerón, que ha agregado que, tras las grandes caídas de la crisis, ahora es fácil ver crecimientos grandes en porcentaje pero que representan cifras absolutas pequeñas.

Preguntado por la queja de los promotores catalanes de que hay un cuello de botella en las administraciones para otorgar licencias de obras, ha lamentado que los municipios no pueden aumentar el personal para ello por impedimento de la normativa estatal: "Eso no altera que se produzca más o menos, pero sí complica y retrasa la labor de los profesionales".

Ha añadido que, pese a que el sector ha tocado fondo y empieza a remontar, todavía van a seguir cerrando despachos de arquitectos porque "la situación sigue siendo mala" y siguen abiertos porque utilizan sus patrimonios personales.

Comeron también ha valorado el cambio del Departamento de Vivienda en la nueva Generalitat, que ha pasado de Territorio y Sostenibilidad a Gobernación: "Nos preocupa, porque las políticas de vivienda requieren coordinación con urbanismo y con el planeamiento como país, para la renovación de los tejidos urbanos y el crecimiento del país".

CONGRESO

Con todo, se ha mostrado convencido de que el sector "formará parte de las prioridades" del nuevo Govern, y también ha anunciado que los arquitectos contribuirán a definir los retos y objetivos con un congreso este año en el que realizar propuestas colectivas.

El Colegio de Arquitectos no organizaba un congreso desde 1996, y el de este año se iniciará a finales de mayo y contará con un calendario de actividades por toda Catalunya que se sucederán hasta noviembre, con un acto central en octubre en Barcelona.