BARCELONA 27 Oct. (EUROPA PRESS) -
La comisión parlamentaria que estudia una nueva financiación para Catalunya basada en el concierto económico concluirá este viernes sus trabajos, exhibiendo la clara sintonía que hay entre CiU y ERC en esta cuestión, y reflejando así la mayoría nacionalista que hay en la Cámara.
CiU y ERC coinciden en reclamar que después de las elecciones generales se pacte con el nuevo Gobierno central un nuevo modelo de financiación para Catalunya singular y propio.
Su idea es que Catalunya deje de ser una autonomía de régimen común y aprobar en las Cortes una nueva ley en la que se reconozca la bilateralidad de la nueva financiación catalana.
Demandan que Catalunya pague una cuota al Estado en concepto de los servicios prestados pero, a diferencia del modelo vasco y navarro, el catalán sí que incluiría una aportación para garantizar la solidaridad interterritorial.
La única diferencia entre CiU y ERC es que los republicanos piden que se convoque una consulta ciudadana previa, que ICV-EUiA y SI también ven con buenos ojos.
El PP catalán pide un modelo en el que la solidaridad entre comunidades autónomas sea "finalista y limitada", y el PSC se opone con contundencia al modelo que propone CiU porque indica que no presenta suficientes garantías legales, al no basarse en la Constitución, el Estatut y la Ley Orgánica de Financiación de Comunidades Autónomas (Lofca).
El grupo socialista insiste en que la nueva financiación para Catalunya debe partir de tres grandes patas: Estatut, Constitución y la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas (Lofca), algo que por ahora omite la propuesta de CiU.
Los socialistas advierten al Govern de que si no da marcha atrás a sus intenciones, estará llevando a Catalunya a un modelo insostenible basado en la arbitrariedad del Gobierno español de turno y que no da las suficientes garantías legales.
El modelo del PSC aboga por reconocer el paso adelante para Catalunya que ha supuesto la nueva financiación y propone un modelo en el que en un plazo aún por concretar, se acabe equiparando el rendimiento del modelo catalán con los conciertos de los territorios vascos y Navarra.
Se trata de un modelo singular para Catalunya que es totalmente constitucional y estatutario, que incorpora la continuidad de la disposición adicional tercera --que garantiza la inversión del Estado en infraestructuras en el porcentaje que Catalunya contribuye al PIB estatal-- y que incorpore nuevos recursos para la Generalitat, como su participación en el rendimiento del Impuesto de Sociedades.
Los socialistas también proponen que a la hora de calcular los recursos que recibe del Estado cada autonomía del régimen común, en vez de calcular en base al 75% del IPRF, IVA e impuestos especiales, se haga en base al 50%.