BARCELONA 19 Ene. (EUROPA PRESS) -
Una muestra sobre la vulnerabilidad humana y la locura de la artista Roser Oduber, y otra sobre la relación entre los pintores Joanquim Llucià y Jaume Faixó --cuyas vidas solitarias y muertes trágicas tienen muchos paralelismos--, comparten sala de exposiciones en la Espai Volart de Barcelona.
La primera de las exposiciones --organizada por la Fundació Vila Casas y titulada 'D-Ments'-- incluye más de 40 obras que giran entorno a la vulnerabilidad humana y a la "delgada línea que separa la cordura de la locura", según ha explicado la comisaria de la muestra, Raquel Medina.
Medina ha señalado que Oduber ha tenido que superar, en los últimos años, una época de crisis personal y artística que la llevó "a un terreno vertiginoso muy cercano a la locura", por lo que tuvo que reinventarse y tomar conciencia de los diferentes mundos que habitaban en su interior.
Este proceso de revisión de sus esquemas mentales se reflejan en una exposición que recupera la figura humana, ya que casi todos los cuadros muestran cabezas de personas, y aborda el tema de la condición humana y su inclinación a la demencia.
La segunda de las exposiciones, 'Què en sabeu, d'en Faixó i d'en Lluciá?' está comisariada por Glòria Bosch y Susanna Portell, e investiga los paralelismos entre ambos pintores que no llegaron a conocerse, aunque comparten ciertas circunstancias vitales y un mismo posicionamiento artístico.
Tanto Llucià (1929-1973) como Faixó (1952-1998) sufrieron las consecuencias de la indiferencia, la incomprensión artística y "el olvido por parte de a crítica y el público en general", ha contado Bosch.
Además, comparten referencias artísticas --Klee y Malevitx, entre otros--, el gusto por el orden geométrico y la no adscripción por ningún movimiento que acabó desembocando en una "gran soledad creativa".
Faixó conoció la obra de Llucià en una retrospectiva que tuvo lugar en 1998 en el Museu d'Art de Girona, sólo 15 años después de que el pintor se suicidara cuando contaba 44 años, y "enseguida quedó fascinado por sus pinturas", ha recordado la comisaria.
Sin embargo, no pudo profundizar mucho en su conocimiento del artista ya que murió en circunstancias poco claras al cabo de pocos meses cuando sólo tenía 46 años cerrando así, los paralelismos trágicos que unen a ambos artistas.
La exposición se nutre de casi 50 cuadros que han sido cedidos por el Museo d'Art Contemporani de Barcelona (Macba), el Museu d'Art de Girona, la familia Feixó y algunos coleccionistas particulares.