El desalojo del Rectorado de la UB desemboca en batalla campal, detenidos y heridos

Actualizado: miércoles, 18 marzo 2009 20:04

Alumnos, profesores y personal administrativo critican duramente la actuación de los Mossos

BARCELONA, 18 Mar. (EUROPA PRESS) -

El desalojo por sorpresa esta madrugada de los estudiantes encerrados desde noviembre en el edificio central de la Universitat de Barcelona (UB) para protestar contra el Plan Bolonia desembocó en una batalla campal por el Eixample de la capital catalana, varios detenidos y decenas de contusionados y heridos por los enfrentamientos entre los Mossos d'Esquadra y los manifestantes.

Varios furgones antidisturbios llegaron sobre las 5.30 horas al edificio del Rectorado de la UB, en la plaza Universitat, donde había 53 jóvenes durmiendo. Sin coger sus pertenencias, más de una treintena de los encerrados fueron saliendo a la calle pacíficamente. No obstante, 16 de ellos ofrecieron resistencia y se sentaron en el vestíbulo del Edificio Histórico.

Por ello, siete fueron denunciados por delitos de desobediencia grave y nueve más por faltas. Además, sobre las 7.20 horas, la cincuentena de jóvenes desalojados y otros que iban llegando a la plaza se sentaron en la calzada de la Gran Via para hacer una asamblea y cortar el tráfico, lo que obligó a la Guardia Urbana a desviar la circulación y originó importantes retenciones de tráfico en la citada avenida hasta la entrada en la capital catalana por la plaza Cerdà.

Sobre las 8.45 horas, los Mossos realizaron una contundente carga policial para desalojar a los concentrados, momento en el que además detuvieron a tres jóvenes por desórdenes públicos, resistencia y desobediencia grave a la autoridad. Algunos de los manifestantes cogieron sillas metálicas de la terraza de un bar y las lanzaron contra los agentes, uno de los cuales fue alcanzado por una silla en las cervicales, por lo que tuvo que ser hospitalizado, y otros cinco sufrieron heridas leves.

Los estudiantes y fuentes policiales explicaron a Europa Press que la carga no sólo se limitó a sacar a los estudiantes de la calzada de la Gran Via, sino que hizo dispersar a los manifestantes hacia los extremos de la plaza para que "no volvieran" ante el edificio de la universidad ni cortaran otra vez la Gran Via.

Decenas de estudiantes se refugiaron en la Facultad de Geografía e Historia de la UB, en el Raval --muy cerca de allí--. Los estudiantes explicaron que varios agentes de paisano les identificaron cuando se dirigían a la facultad del Raval. Allí se reunieron en asamblea y algunos de ellos fueron para centros médicos para que les hicieran un parte de lesiones --entre ellos uno con una importante lesión en la rótula--.

Cuando los ánimos se calmaron en la plaza Universitat, unos cuantos agentes antidisturbios permanecieron ante la puerta de acceso al edificio para permitir sólo la entrada a los profesores --no a los becarios-- y al personal administrativo, ya que el Rectorado decidió suspender todas las clases.

Frente al edificio se fueron uniendo decenas de universitarios, miembros de colectivos antisistema y profesores, quienes mostraron su indignación por el desalojo y la carga policial.

Tras leer varios manifiestos ante los numerosos medios de comunicación, sobre las 12 horas se concentraron centenares de personas en la plaza y frente a la universidad con pancartas como 'Pedimos diálogo y la respuesta es violencia policial y represión' y '40 años después, no ha cambiado nada'. En un momento determinado, algunos estudiantes se acercaron a la puerta todavía custodiada por los antidisturbios y pretendieron volver a entrar, algo que los agentes impidieron por la fuerza y provocó la llegada de más furgones antidisturbios.

Fue entonces cuando hubo otra carga, lo que hizo retirar a los manifestantes hasta la confluencia entre la Gran Via y la calle Aribau. Allí, ante la presencia de numerosos curiosos, turistas, niños llorando y peatones, centenares de estudiantes se sentaron en medio de la calle, con las manos en alto y algunos de ellos con libros para acompañar los gritos "somos estudiantes, no delincuentes".

Sobre las 12.45 horas, y poco después de que llegara un helicóptero de la policía catalana, los manifestantes decidieron marchar por la calle Aribau, Consell de Cent y Passeig de Gràcia. Por el camino, se profirieron gritos en contra del Plan Bolonia, los Mossos, el rector de la UB, Dídac Ramírez, y el conseller de Interior, Joan Saura. Trabajadores y curiosos aplaudieron la manifestación desde balcones y azoteas como la de La Pedrera.

Ante la Conselleria de Innovación, Universidades y Empresa, cerca de la confluencia con la avenida Diagonal, los universitarios volvieron a concentrarse, leyeron un manifiesto y pidieron hablar con el conseller Josep Huguet.

Poco después decenas de manifestantes entraron al patio trasero del Palau Robert, donde algunos de ellos subieron hasta una azotea e intentaron entrar en el edificio y en la Conselleria, que es colindante. Estas intenciones provocaron otra carga policial, en la que varios periodistas y paseantes fueron golpeados por los agentes.

Los manifestantes se fueron corriendo por la calle Còrsega hacia la Rambla Catalunya, donde hubo momentos de caos al volcar sillas de terrazas, contenedores de basura, papeleras y motos, lo que provocó nuevas cargas, contusiones y tres mossos más heridos leves.

La manifestación se dispersó por el Eixample Esquerra en pequeños grupos y tres jóvenes fueron detenidos. Los furgones antidisturbios y el helicóptero siguieron dando vueltas por la zona para buscar a más manifestantes, pero sobre las 14 horas la situación se tranquilizó y tanto policías como algunos manifestantes se reencontraron en la plaza Universitat.

El rector de la UB justificó su decisión por la ruptura de los estudiantes del compromiso de no violencia, entendida como agresiones verbales y físicas y la interrupción de clases.

En concreto, Ramírez se refirió a la agresión contra un estudiante y a una vigilante del centro, así como la dificultad por llevar a cabo algunas clases, algo que negaron los estudiantes.

El conseller de Innovación, Universidades y Empresa, Josep Huguet, y los rectores de la Asociación de Universidades Públicas de Catalunya (ACUP) manifestaron hoy su apoyo al equipo de gobierno de la UB por su decisión de desalojar a los estudiantes.