BARCELONA 14 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Asociación de Transporte Turístico Ecológico de Barcelona (Betta) ha avisado este jueves de que unas 15 empresas de alquiler de vehículos eléctricos podrían quebrar por las restricciones de movilidad impulsadas por el Ayuntamiento de Barcelona, que prohíbe la circulación de patinetes a motor no homologados en toda la ciudad.
La presidenta de la asociación, Svetlana Molokhova, ha asegurado en declaraciones a Europa Press que las restricciones podrían dejar sin trabajo a 50 empleados de estas 15 empresas, y ha dicho que las que operan únicamente con patinetes a motor se verán obligadas a cerrar en pocas semanas.
Tras proponer que puedan circular por zonas no saturadas de la ciudad, ha celebrado la iniciativa de regular el sector, porque la gran variedad de vehículos de movilidad personal (VMP) --que incluyen segways, trixis y triciclos, entre otros-- "ha ocasionado que la normativa deba ser más amplia y compleja".
Ha criticado que hay vehículos que "doblan la velocidad limitada, por parte de empresarios indiscriminados sin licencia para operar", y ha asegurado que estas empresas son las que generan más molestias a los vecinos y las que perjudican a las que cumplen la normativa.
La asociación ha defendido en un comunicado la necesidad de crear una nueva ordenanza municipal para mejorar la convivencia entre turistas y vecinos, pero "rechaza tajantemente" que se ignoren las licencias municipales concedidas en los últimos años.
Sostiene que la prohibición de patinetes a motor ha sido inesperada, ha generado inseguridad jurídica y ha provocado la confiscación de vehículos por uso inapropiado, según Molokhova, que se ha preguntado: "Por qué las consecuencias recaen sobre la empresa, a diferencia de una empresa de alquiler de coches, en la que el usuario final es el responsable del uso indebido del vehículo?".
La asociación ha avisado de que la inversión inicial para estas empresas es muy elevada y de que "los grandes beneficios económicos los consiguen empresas que adquieren vehículos deficientes" que no responden a mínimos estándares técnicos y actúan sin permiso.
"Es una lástima que, a ojos del Ayuntamiento, ambos tipos de empresas son absolutamente iguales, pero las que hacemos un esfuerzo por establecer una actividad que respete la normativa, tardamos hasta tres años en alcanzar beneficios", asegura Molokhova.
El Ayuntamiento trabaja en una propuesta para regular el uso de vehículos de movilidad personal de este estilo para evitar problemas de convivencia y movilidad, especialmente en el distrito de Ciutat Vella, y ha impulsado medidas mientras provisionales mientras trabaja con los grupos municipales y entidades esta regulación.