BARCELONA, 15 Ene. (EUROPA PRESS) -
La escritora y editora Esther Tusquets se adentra en su nueva novela, '¡Bingo!' (Anagrama), en el "insólito" y "divertido" mundo del bingo y el juego, capaces de crear "emociones artificiales" a los jugadores.
La novela, en la que "no hay apenas nada autobiográfico" aunque Tusquets admitió su "ludopatía contrariada" al bridge y el bingo, narra la historia de un notario sesentón, cuyo negocio va viento en popa pero que cada vez siente más indiferencia sobre lo que le rodea. Su entrada en un bingo, donde comienza a recordar a su primer amor, cambió su existencia con la aparición de Rosa, una atractiva binguera, con la que renace su capacidad de amar.
Esther Tusquets, quien estuvo décadas al frente de Lumen, explicó hoy que desde hace un año y medio frecuenta los bingos, en los que ha descubierto un mundo "divertido" con personajes "insólitos" y "entrañables" para tejer esta "novela disparatada".
La autora rememoró desde "raros rituales con los cartones, la creencia de mesas con suerte, lo mal visto que está jugar con ordenador o la sensación de que cada número sea un ser vivo" para trazar una panorámica a este camaleónico universo. "En el juego se manifiesta cómo es la gente", remarcó.
Tusquets aseguró que es "una novela de amor" con un final feliz, caso raro en su obra, que le sirve de "compensación" porque "yo nunca canto bingo y el protagonista lo hace siempre". Para las historias de la novela ha reflejado algunas conversaciones que se oyen entre partida y partida en el bingo.
La escritora definió el bingo como "un lugar de reunión para solitarios" y un sitio en el que se demuestra que "el juego es una forma de crear emociones artificiales como la importancia de que salga un determinado número". Para una mujer, dijo, es "fantástico" poder ir a un bingo a las 3 de la mañana.
Esther Tusquets se autodefinió como una "ludópata contrariada, es decir controlada" --"no me jugué Lumen en una partida de cartas, ni eso ni nada importante" y "me tengo prohibido entrar en un casino"-- y señaló que cantar un bingo es un "momento sublime". Sin embargo, dejó claro que "se pierde siempre" y que "el dinero se gana trabajando o con alguien que te mantenga".
La autora señaló que una cosa que "llena" su vida en la actualidad es poder jugar al bridge por Internet, para lo cual se ha comprado un ordenador portátil puesto que su Mac --"en el que escribo las novelas"-- no podía hacerlo.
Tusquets dijo que tanto el bingo como el bridge --al que también juega habitualmente-- son "dos mundos que no tienen nada que ver" con la realidad, pero que en el bridge son "más pedantes, engreídos y menos espontáneos".
Sobre la mala imagen del juego, Tusquets dijo que la ludopatía es una enfermedad y afirmó que "envejecer es un asco", pero otorga una distancia que hace que veas que "no es importante que te digan o no que eres ludópata".
PREPARA UNAS MEMORIAS DE LA INFANCIA.
La autora aseguró que está escribiendo un libro de memorias sobre la infancia que se parará a la edad de 17 años y señaló que en su redacción le ha sorprendido "lo mal que me caían los Tusquets".
Estas memorias, que previsiblemente editará Anagrama, estarán listas "muy pronto porque han sido fáciles de escribir" y en ella retrata a su familia que "da mucho de sí".
Esther Tusquets (Barcelona, 1936) estudió Filosofía y Letras en las universidades de Barcelona y Madrid y dirigió durante cuatro décadas la editorial Lumen. Como escritora ha publicado 'El mismo mar de todos los veranos', 'Varada tras el último naufragio' o 'Memorias de una editora poco mentirosa', entre otras.
