Fernández Díaz acusa a Hereu de "sumisión" al PSC y le advierte de que Barcelona no necesita un "embajador" en Madrid

BARCELONA 15 Feb. (EUROPA PRESS) -

El presidente del grupo municipal del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, Alberto Fernández Díaz, acusó hoy al alcalde Jordi Hereu de "mantener una actitud de sumisión" al PSC y al tripartito catalán y le advirtió de que Barcelona no necesita un "embajador" en Madrid, sino "un alcalde que defienda los intereses de la ciudad".

En rueda de prensa, el dirigente popular valoró de esta manera la visita que el alcalde Hereu realizó ayer en Madrid, donde defendió la necesidad de que Barcelona y la capital española establezcan "complicidades" y colaboren de forma conjunta, dejando atrás sus rivalidades.

Según Fernández Díaz, Hereu es "un alcalde de partido y no de Barcelona", porque "ha renunciado a pedir lo que la ciudad necesita, como son más agentes de los Mossos d'Esquadra para garantizar la seguridad, mejores políticas en sanidad y más promociones de viviendas de protección".

El dirigente popular se mostró "preocupado" por el perfil de "relaciones institucionales" que ofrece el alcalde, que "hace más de alcalde del tripartito que no de Barcelona". "Hereu es una persona agradecida a su partito y ha optado por dar amparo a aquellos que gobiernan y que tienen su mismo color político", señaló.

Fernández Díaz criticó el silencio de Hereu ante la decisión del Gobierno catalán de revocar el acuerdo de cogestión de los centros cívicos con los ayuntamientos y le acusó de "esconder la cabeza bajo el ala y de limitarse a guardar silencio para no ofender a aquellos a quienes debe el cargo de alcalde".

En su opinión, Hereu sigue la misma actitud que los otros alcaldes socialistas que han gobernado Barcelona. En este sentido, acusó a Pasqual Maragall de "ser una gota malaya con la Generalitat, cuando estaba a manos de CiU" y de "olvidarse de sus reivindicaciones para Barcelona cuando fue presidente del Gobierno catalán".

Igualmente, advirtió de que el antecesor de Jordi Hereu en el cargo de alcalde, Joan Clos "guardó silencio en sus reivindicaciones a favor de la ciudad de Barcelona" para que "no le perjudicara su futuro como ministro" del Gobierno.