BARCELONA, 20 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Fiscalía ha pedido 4 años de prisión para los tres técnicos acusados de ser los responsables del derrumbe del túnel de bateo del campo de béisbol de Sant Boi de Llobregat (Barcelona), donde en 2009 murieron cuatro niños y resultaron heridos siete, más dos adultos, cuando se refugiaban de los fuertes vientos.
Ha imputado cuatro delitos de homicidio por imprudencia y nueve por lesiones por imprudencia a los tres acusados: la directora de la obra y ingeniera del Ayuntamiento, Maria Carmen R., el arquitecto técnico municipal Daniel C. y el constructor de la empresa a quien se había adjudicado la obra José G.
El fiscal considera que la instalación sufría una "grosera deficiencia constructiva", y asegura que no reunía las condiciones de seguridad exigidas por la normativa.
Concreta que la fachada del túnel de bateo tenía deficiencias en la estructura de las paredes, así como la cubierta que cedió con el viento, ya que "los pórticos metálicos principales se apoyaron simplemente sobre el zuncho sin colocarse ningún elemento de anclaje".
Los fuertes vientos de esa mañana --llegaron a 87 km/h-- levantaron la cubierta porque no estaba sujetada con ningún elemento más que por su propio peso, por lo que se derrumbaron inmediatamente las paredes de la edificación de "precariedad constructiva", explicita el texto del fiscal.
De esta manera, se acusa a José G. de "incumplir los deberes exigibles a un constructor diligente", y de falta de supervisión y control a la directora del proyecto, Maria Carmen R., ya que además afirma que ni ella ni el arquitecto municipal, Daniel C., visitaron ni una sola vez las obras, que se terminaron en marzo de 1994.
El Ministerio Público solicita que las compañías de seguros, el Ayuntamiento de Sant Boi y la empresa constructora asuman conjuntamente unas indemnizaciones que cifra en un millón y medio de euros para los perjudicados y familiares de las víctimas.
LAS FAMILIAS RECLAMAN
Los familiares de las cuatro víctimas mortales piden 14 años y medio de cárcel para cada uno de los imputados, así como su inhabilitación para ejercer sus cargos.
Los culpaban de las "negligencias" en la construcción del túnel de bateo del campo municipal de béisbol a los tres imputados en esta casos, por lo que solicitaban una pena de 2 años y medio por los cuatro delitos de homicidio imprudente y seis por cada uno de los nueve delitos de lesiones imprudentes.
Además, la acusación solicita una indemnización global de 3,2 millones de euros para los familiares de los niños fallecidos por los daños morales y perjuicios ocasionados, y de más de 700.000 euros para los heridos.