BARCELONA 4 Feb. (EUROPA PRESS) -
El juez Baltasar Garzón ha calificado su suspensión de la Audiencia Nacional y los procesos judiciales contra él como una 'caza de brujas' que pretende desprestigiarle, y se ha mostrado "tranquilo pero cabreado".
Considera injusto y frustrante haber acabado procesado y en el ojo del huracán por investigar los crímenes del franquismo: "Por interpretar unas leyes que protegen a las víctimas se criminaliza, no a los crímenes, sino a quien investiga", ha explicado el juez suspendido por el CGPJ.
Durante una mesa redonda de la semana literaria BCNegra en el Ayuntamiento de Barcelona, ha asegurado que intentará demostrar su inocencia ante una acusación que ha calificado de incomprensible y absurda, aunque considera complicado defenderse cuando se proponen pruebas y se rechazan.
Garzón ha asegurado que se siente frustrado por haber sido apartado de la actividad judicial, y ha reclamado "igualdad ante la ley" y ser juzgado sin tener en cuenta el pasado o sus convicciones políticas.
"No me voy a rendir --ha asegurado--. No van a conseguir que renuncie a aquello que constituye la esencia judicial: la interpretación de la ley de forma libre e independiente pero sujeta a los principios del derecho".
TRÁFICO DE DROGAS Y PROSTITUCIÓN
En una conversación en tono distendido con el ex fiscal jefe de Catalunya José María Mena y el periodista José Martí Gómez, Garzón ha repasado las características actuales del crimen organizado y la dificultad de erradicar el tráfico de drogas y la prostitución, ya que son "negocios muy lucrativos".
Ha explicado que las nuevas formas de crimen organizado buscan espacios de impunidad donde intoducirse para, mediante el soborno y las amenazas, corromper y conseguir su último objetivo: los beneficios económicos.
Para él, "las burocracias estatales benefician al crimen organizado porque no tienen el mismo ritmo", sobre todo desde que utilizan las nuevas tecnologías que les permiten delinquir con una rapidez difícil de seguir por las instancias judiciales.
"Los mafiosos van a paso de león mientras que la justicia va a paso de elefante", según Garzón.
Las redes mafiosas están evolucionando y ya no usan la "violencia de metralleta"; ahora tienen grandes negocios y relaciones con los políticos, las administraciones públicas, los mejores abogados y las capas altas de la sociedad.
Al abordar el tráfico de droga, José María Mena ha considerado que el sistema represivo contra la droga que impera en la mayoría de países "ha fracasado estrepitosamente", y ha abogado por cambiar el modelo a nivel universal.
Tras dos horas de conversación en tono amistoso y después de responder las preguntas de los varios centenares de asistentes que han aplaudido al juez en numerosas ocasiones, Garzón ha sido despedido rodeado de una gran expectación.