BARCELONA 1 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Institut Català de Finances (ICF) está estudiando fórmulas para relajar las exigencias sobre la devolución de la deuda que algunas pistas de esquí catalanas con problemas tienen con la Generalitat, como es el caso de Vallter 2.000, que ha reconocido contactos con el Govern "para colaborar".
En declaraciones a los medios, el responsable de relaciones institucionales con las estaciones de esquí y montaña, Xavier Civit, ha garantizado la apertura de todas las instalaciones "pese a los recortes" y las dificultades económicas que atraviesan parte de ellas.
Ha negado que para cumplir este compromiso la Generalitat se esté planteando comprar alguna de estas estaciones, aunque ha reconocido que si no se encuentran otras herramientas para asegurar su viabilidad "podría verse obligada a intervenir", como ya pasó con Espot y Port Ainé este verano.
Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC) adquirió por 16 millones de euros ambos equipamientos leridanos, hasta entonces en manos del ICF y gestionadas a través de la empresa Gran Pallars.
Civit también ha rechazado que la administración esté buscando inversores privados que se hagan cargo de la deuda contraída por estaciones catalanas, aunque ha sostenido que "ojalá hubiera más inversión privada".