BARCELONA 26 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Generalitat recaudó 1.141 millones de euros menos de los previstos en 2007 por la crisis inmobiliaria residencial, que hizo disminuir los ingresos que el Govern recibe por el impuesto de transmisiones patrimoniales en un 27%, y por el impuesto de actos jurídicos --como contratación de hipotecas-- en un 5%, informó hoy el conseller de Economía y Finanzas, Antoni Castells. Estos dos tributos suponen el 20% de los recursos del modelo de financiación catalán.
El conseller resumió que este decrecimiento se debió al impacto de la crisis del mercado residencial, que se tradujo en una reducción de los ingresos de un 17,2% una vez liquidado el presupuesto de la Generalitat de 2007, con 3.199 millones, frente a los 3.865 de 2006. Los presupuestos auguraban un incremento del 15%.
Con todo, recalcó que los 1.141 millones menos no se traducirán en su totalidad en déficit para las arcas catalanas, ya que su impacto, aunque "serio sobre el total de recursos", "será menor" por las medidas de contención del gasto que la Generalitat empezó a aplicar en la segunda mitad del año.
El crecimiento de los ingresos del modelo de financiación catalán fue del 4% en 2007, frente a datos de los tres años anteriores, que oscilaban entre el 12,4% y el 14,6%. Castells destacó que el aumento de 2007 estuvo "por debajo del PIB y por debajo del IPC", lo que comporta "restricciones enormes" para las cuentas del Govern.
NUEVO MODELO DE FINANCIACIÓN.
Por ello, el representante económico del Gobierno catalán defendió la necesidad de llevar a cabo el cambio de modelo de financiación que debe negociar con el Gobierno central, tal y como prevé el Estatut. "La situación actual nos perjudica y se debe cambiar", aseveró, y añadió: "El Estatut lo hemos hecho para cumplirlo".
Castells consideró que el Gobierno central tiene "sensibilidad" respecto a este tema, pero que "no está de más" recordarle esta negociación pendiente, ya que el modelo actual está "muy vinculado a una actividad que tiene un comportamiento muy cíclico", lo que da "fragilidad" al sistema.
Tanto el conseller como el secretario general de Economía y Finanzas, Martí Carnicer, coincidieron en pronosticar que el impacto de la crisis inmobiliaria en Catalunya se trasladará al resto de España "en los próximos meses".
El conseller explicó que Catalunya va "entre seis y nueve meses por delante" del conjunto de España en la evolución del mercado de la vivienda. Según datos del Ministerio de Vivienda, las transacciones de viviendas empezaron a bajar en Catalunya en el segundo trimestre de 2006, mientras que en el conjunto del Estado lo hicieron desde el primer trimestre de 2007.
Asimismo, la Generalitat destacó que en el tercer trimestre de 2007, las ventas de viviendas de segunda mano se redujeron un 41,4% en Catalunya, 14 puntos más que en toda España (27,9%).
AÑO 2008 A LA EXPECTATIVA.
Respecto a las previsiones para 2008, Carnicer reconoció que "la realidad es más dura de lo que se había previsto" en los presupuestos para este año (22.402 millones de recursos del modelo de financiación, un 5,9% más), y Castells remarcó como condicionantes el comportamiento del mercado residencial y su impacto en otros componentes del sistema.
Pese a que los ingresos de la Generalitat pueden seguir reduciéndose este año, Castells mantuvo el compromiso de reformar el impuesto de sucesiones, y lanzó un "mensaje de confianza y positivo" sobre el crecimiento de la economía catalana. "Ha habido una desaceleración importante, pero tenemos cimientos fuertes", dijo.
"Puede que crezcamos por debajo de otras regiones españolas, pero estamos por encima de la zona euro", afirmó, tras conocerse hoy que Catalunya fue la tercera comunidad autónoma por la cola en crecimiento económico en España en 2007, según datos del INE.