GIRONA, 7 Ago. (EUROPA PRESS) -
Después que ayer se hiciera público en Girona la presencia de amianto en el asfalto de la carretera de Barcelona, la Subdelegación del Gobierno en Girona ha decidido crear un inventario en el que consten todas las carreteras que se construyeron con esta substancia ahora prohibida.
El subdelegado del Gobierno en Girona, Francesc Francisco-Busquets, aseguró a Europa Press que son muy pocos los municipios con esta mezcla en el asfalto "ya que era una probatura que se hizo hace 27 o 28 años con la intención de dar más consistencia al asfalto". La relación de municipios servirá, explicó el subdelegado, para evitar lo que ha pasado en Girona.
Así, una vez detectados los lugares dónde el asfalto contiene amianto --ya se sabe que en algunos sitios de La Bisbal d'Empordà y Palamós también hay-- cuando se quiera trabajar en ellos, "ya se aplicará el protocolo adecuado para estos casos y se podrá trabajar con los medios necesarios", concretó Francisco-Busquets. Añadió que se impedirá que se hagan obras que rompan el asfalto, lo que provocaría la rotura de las fibras de amianto.
El subdelegado insistió en la idea de que no hay ningún peligro para la salud, ya que la concentración de amianto en el betún del asfalto es mínima, solamente del 2'28 por ciento. "Y no habrá ningún peligro cuando se trabaje con este tipo de asfalto porque se hará con medios especiales y siguiendo los protocolos", sostuvo.
El Estado hizo, en 1982, una prueba piloto en Catalunya para arreglar carreteras con un asfalto que contenía amianto, un material que le daba más solidez y consistencia y que está prohibido desde 2002 por los problemas de salud que puede provocar. El amianto no es perjudicial para la salud si se encuentra compactado, pero si se rompe y desprende polvo, puede ser cancerígeno.
El subdelegado no espera encontrar muchos municipios más donde se trabajara con amianto, de todos modos, prevén tener listo el inventario a finales de verano.