El Govern creará un protocolo propio de acogida ante los "graves fallos" del Estado

BARCELONA, 16 Mar. (EUROPA PRESS) -

La consellera de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias de la Generalitat, Dolors Bassa, ha reclamado este miércoles competencias para la acogida de refugiados y ha afirmado que está proponiendo a entidades y Ayuntamientos redactar un protocolo propio, ante los "graves fallos" de la gestión del Estado.

En rueda de prensa, ha alertado que el plan estatal no cubre el periodo previo a la aprobación de la solicitud de asilo, no logra insertar laboralmente a la gran mayoría y no adecua los recursos al proyecto vital de la persona.

Por ello ha pedido al Gobierno y a la UE poder acceder a los fondos europeos para gestionar la acogida desde Catalunya, con un sistema integral que asumirían con el objetivo de lograr la plena autonomía personal en un año.

Bassa ha sostenido que en 2015 llegaron 1.500 refugiados a Catalunya, pero que lo saben por entidades porque el Estado no les ha comunicado "nada, en ningún momento, sobre estas personas", lo que ha calificado de opacidad y deslealtad institucional.

El secretario de Igualdad, Migraciones y Ciudadanía, Oriol Amorós, ha admitido que "la acogida en Catalunya no funciona actualmente como debería " y que se dan situaciones de desamparo, como las derivadas de que el sistema actual no cubre el periodo previo a la aprobación de la solicitud de asilo.

TRES MESES DESATENDIDOS

Esta falta de cobertura conlleva que muchas personas quedan tres meses desatendidas mientras esperan que la subdelegación del Gobierno apruebe la solicitud, ha dicho Amorós, y ha asegurado que si el Estado no lo resuelve --a pesar de ser su competencia-- lo intentarán desde el Govern, pero ha lamentado que es "tapar agujeros", y que siendo un tema troncal quieren asumirlo íntegramente y hacerlo bien.

Ven rigidez en la primera fase de acogida, en la que los refugiados están a cargo de las tres entidades conveniadas y se les asigna una residencia, que se les obligará a dejar pasados los seis meses que dura la fase --hasta ocho para familias con niños--, "rompiendo el trabajo que hayan hecho en asuntos de integración", han apuntado.

Muestra de esto es que, de los 18 refugiados que llegaron a España a través del Plan Juncker --con el que tenían que llegar 15.000--, cinco están viviendo en Barcelona, donde tienen familia, a pesar de haber sido destinados a Navarra, y han entrado en los servicios sociales como inmigrantes.

Estas cinco personas, que según Bassa proceden de Siria, no han pedido a los servicios sociales la ayuda que corresponde a refugiados para evitar ser trasladados a su residencia asignada, y el secretario de Inmigración ha apuntado que las ayudas europeas que les corresponderían, de 27 euros diarios por asilado, no las cobra ninguna entidad, ni catalana ni navarra.

INSERCIÓN NULA

"Te envían allí donde hay una plaza, pero no donde hay más oportunidades laborales o donde tienes tu proyecto vital", ha apuntado Amorós, y ha añadido que no se utiliza toda la capacidad de las instituciones catalanas que hacen la acogida y, como resultado, los niveles de inserción son bajísimos, de cerca del 20% por lo que saben las entidades.

Una gran mayoría de las personas refugiadas no son autónomas una vez acabado el proceso de cobertura pública, ha apuntado Amorós, a pesar del muy buen trabajo que hacen las entidades con recursos muy escasos, y ha dicho que no se les puede pedir a éstas que tengan la misma capacidad de inserción que tendrían si se trabajara juntos con ayuntamientos y la Conselleria, en caso de tener competencias.

1.800 REFUGIADOS POTENCIALES

La consellera ha manifestado que en la Generalitat está preparada para acoger 590 personas de golpe, y en un plazo breve se podrían acoger hasta 1.800 personas.

Aspiran a alojar 5.000 asilados del plan de asentamiento de la UE en dos años: "Si estas propuestas vienen acompañadas de la misma financiación que tienen las plazas que hay ahora, lo podemos hacer. Y lo podemos hacer mejor", ha añadido el responsable de inmigración.