El hotel Vela de Barcelona abre mañana con un lleno en su primer fin de semana

Actualizado: miércoles, 30 septiembre 2009 22:31

Bofill cree que el nuevo icono "no se ha entendido bien"

BARCELONA, 30 Sep. (EUROPA PRESS) -

El Hotel W Barcelona, conocido como 'hotel Vela' por su forma arquitectónica a pie del mar, abrirá mañana con el cartel de completo para el fin de semana, ayudado por el Festival del Cielo y la Red Bull Air Race (RBAR) que se celebrará el sábado y el domingo en el litoral de la capital catalana.

Se trata del primer hotel de la ciudad con una entrada directa desde la playa, situación no exenta de polémica. El complejo, diseñado por el arquitecto Ricardo Bofill, tiene 473 habitaciones y 29 plantas. Es el número 34 de la marca neoyorquina W Hotels Worlwide, el primero de la compañía en Europa Occidental, aunque dispone ya de uno en Estambul (Turquía).

Entre los detractores figuran barceloneses, políticos y arquitectos, reconoció el propio Bofill en una visita de los periodistas. Hoy mismo ocho entidades contrarias presentaron sendas demandas administrativa al Ayuntamiento y al Estado para que sea demolido porque lo ven ilegal. Ricard Gomà (ICV-EUiA), socio del PSC en el Gobierno municipal, también lo criticó en declaraciones a Europa Press.

Bofill consideró que "no se ha entendido bien" el hotel, cuya operación ha permitido arreglar un rincón de la capital catalana que estaba "mal acabado" con una playa, una plaza y una marina públicos. Afirmó que aún no se ha encontrado con los vecinos que están en contra. "Cuando voy a la Barceloneta a comer, todos me elogian", zanjó.

El director del hotel, Richard Brekelmans, afirmó que "en un icono siempre es lógico que haya opiniones a favor y en contra". Aseguró que la compañía "cumple todas las leyes", y recordó que el proyecto inicial ya se redujo en altura para adaptarse. Añadió que no tienen ninguna preocupación por las demandas, y se mostró dispuesto a hablar con los vecinos de la Barceloneta.

HABITACIONES ENTRE 195 Y 3.700 EUROS

Esta tarde se limpiaban los cristales que recubre el edificio, y que ofrecen espectaculares vistas al mar y a Barcelona. Quedará pendiente de abrir en pocas semanas el restaurante del chef Carles Abellán y que se sumará al de la planta principal, con cocina internacional pero preeminencia mediterránea, y al bar que corona el hotel, al que se han destinado 280 millones.

Los precios de las habitaciones, con ventanas de suelo a pared, oscilan entre los 195 y más de 3.700 euros la noche sin IVA ni desayuno, lo que da derecho a usar la piscina y el gimnasio. Si se quiere una 'cabaña' con botella de champán ante la piscina deben abonarse otros 200 euros para cuatro horas. No deberá hacerlo quien se hospede en la 'suite' presidencial, con vista casi de 360 grados.

El arquitecto explicó que la forma de vela está pensada para este único lugar, como punto de entrada de la nueva bocana, y sirve de "principio de todas las playas de Barcelona". Tanto Bofill como la dirección no se sienten preocupados por las obras que quedan alrededor, entre las cuales la de un edificio de cuatro plantas cuyo destino está en redefinición por la crisis.

Ante el hotel, que Bofill espera que ayude a mezclar clases sociales, el arquitecto reveló que en un futuro le gustaría hacer un barrio de viviendas económicas en Barcelona. Además, consideró que debería abordarse la "difícil" reforma de las chimeneas de la central térmica de Sant Adrià de Besòs, al otro extremo de las playas de Barcelona.