BARCELONA, 15 Abr. (EUROPA PRESS) -
Barcelona hará una prueba piloto en junio para que los turistas denuncien en los hoteles cuando han sido víctimas de un robo y evitar tener que ir a la comisaría, una práctica que quieren extender a finales de año a todos estos establecimientos, ha afirmado este viernes el presidente del Gremio de Hoteles, Jordi Clos.
Lo ha explicado en una rueda de prensa con el alcalde, Jordi Hereu, tras firmar un convenio de colaboración con una duración inicial de dos años para crear una comisión estable para que el turismo sea mejor visto por los vecinos y que el mundo tenga una imagen positiva de Barcelona.
Clos ha recordado que llevaban "cuatro años luchando y no se había hecho" esta iniciativa, ya que no fructificó con el entonces conseller de Interior, Joan Saura (ICV-EUiA), y sí ha tenido eco en el nuevo, Felip Puig (CiU), en el marco de las conversaciones para reducir la inseguridad.
Se evitará, según Clos, que en las comisarías se encuentren diversos turistas que comentan que les han robado, lo que genera un "caldo" en detrimento de la imagen de la ciudad, y luego lo cuelgan en páginas de Internet como la de 'A mi también me han robado en Barcelona', que es visitada por 36.000 internautas, algo "terrible".
"No evitaremos el robo pero sí el tráfico de comentarios", ha confiado el representante de los hoteles, quien ve estos establecimientos como unos espacios más amables para que el turista denuncie con una taza de te en la mano, y no entre agentes uniformados.
Esta medida ya funciona en Madrid hace dos años, y ha precisado a los medios que, cuando un turista advierta de que le han robado, los empleados de los establecimientos empezarán a rellenar una denuncia en formato papel, que luego un Mosso d'Esquadra que acudirá al hotel se encargará de certificar.
HEREU: "MEJOR" QUE OTRAS CIUDADES
Hereu ha subrayado que Barcelona no es más insegura que otras ciudades europeas, asegurando que "está mejor que muchas capitales de Europa", y ha apostado por más presencia policial y mayor coordinación, y espera que el nuevo Código Penal sea afectivo en la lucha contra la multirreincidencia en la comisión de robos.
También ha insistido en que le ha reclamado a Puig un nuevo marco legal para prohibir la prostitución en la carretera y las calles de las poblaciones, y lo ha ejemplificado para evitar que un municipio del Empordà haga una ordenanza que mueva esta práctica hasta el del lado.
El alcalde y Clos han concretado algunos de los puntos del convenio, que planea iniciativas para que los hoteles no sean vistos sólo como lugares para que pernocten los visitantes --por ejemplo, sus terrazas también son ciudad--, y que estos estén informados de que hay que respetar la ordenanza del civismo.
Además, también los plantean como una de las palancas contra el desempleo --desde 2008 se ha mantenido en 30.000 empleos pese a la crisis-- y de promoción del comercio y los vehículos eléctricos, instalando puntos de recarga y ofreciendo motos eléctricas.
Los hoteles de Barcelona aportan 36.000 habitaciones, a un sector que supone entre el 12 y el 14% del PIB de la capital catalana, y que ha empezado a notar síntomas de recuperación en los últimos meses pese a la crisis.