El impacto de la procesionaria en Catalunya podría bajar por tratamientos y la lluvia de 2018

CERDANYOLA DEL VALLÈS (BARCELONA), 20 (EUROPA PRESS)

Las lluvias caídas a lo largo de 2018, con registros elevados en varias zonas de Catalunya, y los tratamientos aéreos llevados a cabo en los bosques por la Generalitat abren la puerta a que el perjuicio por la oruga procesionaria sea más leve.

Pero hasta dentro de unos días no se sabrá si ha tenido efecto, ya que se ha acabado de actuar sobre 20.000 hectáreas y es cuando se podrá observar si hay "grandes cantidades de bolsas y defoliaciones en los pinos", según un comunicado del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (Creaf) de la UAB.

Por eso, el proyecto de ciencia ciudadana Alerta Forestal, coordinado con el Creaf, ha vuelto a poner en marcha la campaña contra la procesionaria con la finalidad de recoger el máximo de imágenes, vídeos e información posible de esta especie para hacer una evaluación.

Los miembros de esta iniciativa buscan fotos de paisajes en que se vean afectada una parte del bosque o un grupo numeroso de árboles, ya sea con bolsas o desfoliados, con el fin de elaborar un mapa de alertas, saber el estado de salud de los bosques y hacer predicciones.

El objetivo para 2019 es superar las 400 instantáneas y cubrir otras zonas como las comarcas del Alt Empordà, Garrotxa, Alt Urgell, Alta Ribagorça, Tarragonès, Alt Camp y Baix Penedès.