Imputado un subinspector de los Mossos por avisar a narcos de que les investigaban

Europa Press Catalunya
Actualizado: miércoles, 4 mayo 2011 18:13

BARCELONA 4 May. (EUROPA PRESS) -

El titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona ha imputado a un subinspector de los Mossos d'Esquadra, Antoni Salleras, por presuntamente revelar a una banda de narcotraficantes que estaban siendo vigilados por su unidad.

En un auto del 3 de mayo, el juez también ha imputado a dos sargentos, dos cabos y un agente por supuestamente ocultar información muy relevante al juez para proteger a la cúpula del grupo de narcos, entre los que se encuentra un importante confidente policial, Manuel Gutiérrez Carbajo, clave en la investigación de la trama de corrupción policial en los prostíbulos Riviera y Saratoga.

Los seis declararán la semana que viene --los días 10 y 11--, imputados por omisión del deber de perseguir delitos, ocultación de documentos, obstrucción a la justicia y falsedad de documento público, entre otros, en un caso en el que ya están imputados otro subinspector, un cabo y otro agente.

El magistrado considera que algunos miembros de la unidad de Mossos ahora bajo sospecha con capacidad decisoria "presuntamente subvirtieron el orden jerárquico Autoridad Judicial- Policía Judicial con el fin de elidir la imputación judicial sobre determinadas personas" al ocultar pruebas decisivas.

El juez se remonta a los inicios del caso por una detención de un miembro de la organización de narcos, Juan Miguel Bono, por una compraventa de cocaína realizada el 28 de mayo de 2009, en la que se produjeron ciertas irregularidades por parte de la Guardia Civil, que finalmente se encargó a los Mossos que investigaran.

Teóricamente había 50 kilos de estupefaciente en el interior de una maleta intervenida, que, tras los análisis químicos, resultaron ser yeso y azúcar en su práctica totalidad --sólo un paquete con 512 gramos tenía cocaína--.

OCULTARON CONVERSACIONES

Según el juez, la policía catalana no investigó debidamente la relación entre Bono y otros miembros de la cúpula de la banda, y ocultó tres conversaciones trascendentales "de las que se desprende con cierta claridad" que el confidente Carbajo y sus cómplices se dedicaban al tráfico de drogas para protegerles.

La unidad de mossos creada para investigar este caso era la misma que investigaba a los prostíbulos Riviera y Saratoga y "vista la ineficacia" de sus pesquisas, el juez decidió encomendar el caso primero al Servicio de Asuntos Internos de la Guardia Civil y posteriormente a la División de Asuntos Internos (DAI) de los Mossos.

Ya con la Guardia Civil el caso avanzó, descubriéndose que había mossos implicados relacionados con los jefes de la banda de narcos y, con la entrada de la DAI en la investigación, ésta tuvo "un vuelco total", según el juez, ya que se averiguó que el subjefe de la comisaría de Vilanova --que fue imputado en octubre de 2010-- cobraba 1.000 euros mensuales del grupo criminal por darles información confidencial.

Concretamente, el juez imputa ahora al subinspector Salleras los delitos de revelación de secretos, omisión del deber de perseguir delitos, ocultación de documentos a la autoridad judicial, falsedad en documento público, obstrucción a la justicia, encubrimiento o bien tráfico de estupefacientes.

Los dos sargentos y los dos cabos ahora imputados son sospechosos de cometer omisión del deber de perseguir delitos y ocultación de documentos a la autoridad judicial, falsedad en documento público y encubrimiento o bien tráfico de estupefacientes, y al agente le imputa el delito de ocultación de documentos.

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