TARRAGONA 13 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Ecoparque de residuos especiales del Camp de Tarragona no ha incrementado los riesgos para la salud de los vecinos de Constantí en los últimos cinco años, según concluye un estudio del Laboratorio de Toxicología y Salud Medioambiental (LTSM) de la Universitat Rovira i Virgili (URV).
Durante la fase de construcción de la planta (1996-1998) el laboratorio realizó un estudio de base para el seguimiento de la incineradora. Posteriormente, se han llevado a cabo dos ciclos quinquenales de vigilancia y control.
El último estudio de evaluación global, equivalente a 2004-2008, concluye que la exposición a metales pesados y dioxinas no se ha visto incrementada "significativamente" para la población residente en el Camp de Tarragona, lo que corrobora los datos recogidos en quinquenios anteriores.
Sin embargo, la concentración media de dioxinas en muestras de suelo y en hierba recogidas en 2008 fue más elevada que la media del quinquenio previo, algo que contrasta con la reducción del 45 por ciento de estas partículas respecto al estudio base.
Por otra parte, se ha observado muy poca variación en la ingesta dietética de metales por parte de la población . La ingesta de metales a través de la dieta no supone ningún riesgo para la salud, según los niveles máximos admisibles recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).