BARCELONA 16 Abr. (EUROPA PRESS) -
Los ingenieros industriales de Catalunya denunciaron hoy, tras un estudio basado en la planificación del territorio, las estructuras, las instalaciones y los materiales de construcción que "la construcción es uno de los sectores que menos innova".
Esta conclusión forma parte de su séptimo monográfico, titulado "La Construcción: un producto poco eficiente", donde se diagnostica "la tecnología del sector de la construcción en Catalunya", según explicaron en rueda de prensa.
El acto estuvo presidido por el presidente de la Associació d' Enginyers Industrials de Catalunya (AEIC), Joan Vallbé, el presidente de la comisión de Acción Promocional, Joan Gallostra, el presidente de la comisión de construcción, Jordi Pedrerol, y Josep Miquel Aced, autor del análisis que se hoy se presentó.
Aced explicó que el estudio "da una visión diferente del mundo de la construcción", ya que analiza "la tecnología como elemento de mejora del bienestar". El análisis también especifica otras especificidades del sector, como el diseño, la productividad o las responsabilidades que se generan en una obra.
Aced expuso que los motivos que no permiten la innovación del sector son "el proceso artesanal" que requiere una obra, las mejoras de la producción que no buscan la innovación, sino la rentabilidad, la mano de obra poco calificada y el peso de la construcción en el precio del producto final "que cada vez es menor", pues supone tan sólo entre un 20% y un 30% del coste total, lo que genera el poco interés que se genera entre empresarios constructores y promotores por innovar.
Como conclusión más destacada, Aced afirmó que "la construcción no ha sabido aprovechar el incremento de precios para mejorar tecnológicamente el producto" y se ha llegado a los niveles actuales de beneficio y especulación".
SOLUCIONES QUE PROPONEN
Las propuestas de los ingenieros se basan en la seguridad y calidad de las obras, y ven necesaria la creación de una "ITV para todos los edificios" que permita a los usuarios conocer los criterios reales de sostenibilidad de la obra, controlar la aplicación real del confort por parte del constructor y reflejar los "costes recurrentes" de la vivienda y su mantenimiento.
Asimismo indicaron la necesidad de trabajar conjuntamente con los ayuntamientos para "generar suelo para una vivienda sostenible" y ordenar y vertebrar los núcleos urbanos "más que ocupar y colonizar".
Por su parte, el presidente de AEIC, Joan Vallbé, explicó la postura que mantiene el Colegio de Ingenieros Industriales de Catalunya frente a las modificaciones de los planes de estudios técnicos que apuestan por el modelo de enseñanza de Bolonia.
Vallbé indicó que la especificación de diferentes ingenierías permite un conocimiento diferente y característico de ámbitos complementarios, y que el Colegio apuesta por el modelo que siguen la mayoría de países de la Unión Europea (UE), como Francia o Finlandia que consiste en mantener dos niveles de estudios de ingenierías, aplicando, sin embargo, las directivas de la UE.
El presidente de la comisión de construcción, Jordi Pedrerol, concluyó que el gran reto de la construcción para los próximos años se basa en "luchar y hacer todo lo posible para que la vivienda sea un producto económicamente rentable y cualitativamente confortable".