Inspección de Trabajo paraliza el derribo de 'Miles de Viviendas' por incumplir las medidas de seguridad

BARCELONA 14 Jun. (EUROPA PRESS) -

Inspección de Trabajo paralizó ayer el derribo del edificio situado en el número 11 del paseo Joan de Borbó de Barcelona y conocido como 'Miles de Viviendas' por incumplir las medidas de seguridad y poner en peligro a los trabajadores, según confirmaron fuentes de la Conselleria de Trabajo.

El derribo se inició el pasado martes, poco después de que los Mossos d'Esquadra desalojaran por segunda vez en 15 días el edificio, en el que el colectivo 'okupa' se había instalado desde hacía unos dos años y en el que tenían su sede diversas asociaciones y la llamada Universidad Pirata.

El mismo día del desalojo, el delegado de prevención de la CGT en Parques y Jardines de Barcelona, Carlos Bernal, detectó que los trabajos de derribo se estaban realizando sin las medidas de seguridad prescritas para este tipo de actuaciones.

Así, según Bernal, la grúa que ese día estuvo realizando boquetes en la fachada estaba demasiado cerca del cordón de seguridad junto al se congregaban los Mossos d'Esquadra y algunos curiosos y para acceder al edificio los operarios destrozaron un platanero cercano.

Del mismo modo, Bernal aseguró que había visto a los operarios trabajar sin casco ni chaleco reflectante, que levantaban humaredas de polvo al no echar agua sobre los escombros y que algunos de los restos metálicos que alzaban con la maquinaria cayeron muy cerca de los espectadores.

Bernal presentó ese mismo día una denuncia a la Conselleria de Treball para que enviaran a un inspector, quien ayer decidió paralizar las obras hasta que la empresa encargada del derribo, Francisco Alberich SA, subsane las deficiencias de seguridad.

La CGT aseguró hoy que la paralización de las obras demuestra la "irracional actuación" de la empresa encargada de llevar a cabo el derribo, de la que afirmó que ha actuado "de forma irresponsable, sin las medidas necesarias de prevención en Seguridad y Salud" y poniendo "en peligro a sus trabajadores, a los vecinos y a los Mossos d'Esquadra".

En su opinión, lo ocurrido refleja también el carácter "injustificado y absurdo" de la concesión de la gestión de edificio a Port 2000 y la "falta de sensibilidad" del Ayuntamiento de Barcelona y del concejal del distrito, Carles Martí, porque el edificio "ha sido derribado sin realizar un estudio de patrimonio y recatalogación".

Del mismo modo, la CGT lamentó que la Conselleria de Interior haya puesto en peligro "innecesariamente" a los Mossos d'Esquadra, "haciéndoles que custodiaran la ejecución de un derribo que incumplía con las leyes establecidas en materia de Seguridad y Salud".