BARCELONA, 26 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Policía Nacional ha interceptado en Sant Adrià de Besòs (Barcelona) un envío de cocaína alojada en un vehículo mediante un sofisticado sistema de ocultación que se activaba mediante una secuencia de acciones a modo de código.
Según han informado fuentes policiales, los narcotraficantes instalaron en el turismo un sistema conectado con el encendido del motor y el engranaje de marcha atrás del coche, que hacía desplazarse los asientos delanteros y permitía el acceso al habitáculo en el que se encontraba la droga, con capacidad de 50 kilos.
La investigación comenzó sobre una red dedicada a introducir cocaína en Ibiza durante el verano, mientras que el resto del año, la organización reorientaba sus actividades hacia destinos de la Unión Europea, como Reino Unido o Suiza.
Los envíos eran llevados a cabo por una sola persona, encargada de hacer llegar la droga desde Madrid a su destino a cambio de dinero, y los investigadores detectaron uno de éstos, en concreto en la ruta Madrid-Suiza, que hacía escala en Barcelona, por lo que montaron un operativo.
La operación se saldó con el arresto del conductor como presunto responsable de un delito contra la salud pública, ya que trasladaba tres paquetes de cocaína de gran pureza, con un peso total de un kilo.
Los paquetes se encontraban escondidos en un sofisticado doble fondo, que se accionaba mediante un sistema hidráulico conectado con el encendido del motor y el sistema de marcha atrás del coche.
Los especialistas del Grupo Operativo de Intervenciones Técnicas (Goit) lograron averiguar que haciendo girar el encendido del vehículo, engranando la marcha atrás y pulsando un botón los asientos se inclinaban dejando al descubierto dos caletas con capacidad para unos 50 kilos de cocaína.
Cuando fue arrestado, el conductor del vehículo portaba dos teléfonos móviles nuevos, más de mil euros en efectivo y un documento con detalles sobre la forma en que practicar la entrega.
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