BARCELONA 21 May. (EUROPA PRESS) -
El dramaturgo belga Jan Lauwers y la compañía Needcompany presentan este fin de semana en el Teatre Lliure de Barcelona 'The art of entertainment', un espectáculo que se sitúa en un futuro cercano para contar la historia de Saul J. Waner, un hombre que decide participar en un 'reality show' para suicidas.
Waner quiere suicidarse porque nota que su memoria va desapareciendo poco a poco y cree que el mundo es demasiado cínico, por lo que prefiere escoger conscientemente cómo y dónde morir y mantener --hasta el final-- el control de su vida, explicó este viernes Lauwers en rueda de prensa.
El 'reality' es, en realidad, un programa de cocina durante el cual un famoso chef francés prepara la última cena del suicida, pero al acercarse el momento, tanto el cocinero como la presentadora y el propio protagonista empiezan a tener dudas sobre la decisión.
Otro de los protagonistas de la obra es el médico que ayudará a Waner a acabar con su vida y que, no sin cierto cinismo, es miembro de Médico Sin Fronteras y participa en el concurso con el objetivo de recaudar fondos para la ONG.
Pese a la crudeza e ironía de la trama, Lauwers aseguró que no contempla el suicidio, ya que "la gente que se suicida mata a todo el mundo menos a ellos mismos".
Además, Lauwers reconoció que el espectáculo es un "autorretrato metafórico" cuya historia sirve como pretexto para hablar de la relación entre arte y espectáculo: "¿Puede el arte ser espectáculo y el espectáculo convertirse en arte?", se preguntó.
"En los años 70 Marcel Duchamp colocó un urinario en un museo y Walt Disney comenzó a hacer películas de dibujos. Muchas veces me pregunto cuál de estos hechos tiene más trascendencia para el mundo del arte y me recuerdo a mí mismo que Micky Mouse es uno de los iconos más importantes del siglo XX", aseguró el director.
ESCOLLOS EN EL BURGTHEATER
Lauwers reconoció que, cuando escribió la obra, lo hizo especialmente para que la interpretara Martin Wuttke, pero cuando el actor la leyó pensó que el personaje era demasiado oscuro para interpretarlo, aunque "el último personaje que había interpretado en teatro era el mismo Adolf Hitler", recordó el director con estilo bromista.
De hecho, toda la obra se preparó en colaboración con el Burgtheatre (Viena), donde trabaja Wuttke, pero la relación fue difícil porque el teatro y la Needcompany tienen formas de trabajar "opuestas", tanto por la sensibilidad artística como por el tamaño de ambas propuestas.
Lauwers explicó todos los problemas que ha pasado la producción y ha agradecido al director del Teatre Lliure, Àlex Rigola, su defensa de las producciones internacionales y su apuesta por los proyectos "libres e independientes".