Los jóvenes catalanes leen más que los adultos

Carles Duarte, Marta Vilalta y Antonio Ariño
EUROPA PRESS
Actualizado: miércoles, 13 julio 2016 15:03

   La crisis y las nuevas tecnologías han transformado el consumo cultural en "nómada"

   BARCELONA, 13 Jul. (EUROPA PRESS) -

Los jóvenes de entre 15 y 30 años "leen más que los adultos", según un estudio sobre la participación cultural de la juventud catalana entre 2001 y 2015, impulsado por el Consell Nacional de la Cultura i de les Arts (Conca) y la Dirección General de Juventud de la Generalitat, que ha desmentido el tópico de que las generaciones jóvenes estén distanciadas de la cultura.

   El sociólogo y autor del estudio, Antonio Ariño, ha explicado este miércoles en rueda de prensa que el 21% de jóvenes afirma haber leído más de cinco libros en el último año --excluyendo las lecturas de estudios o profesionales--, frente al 16% de los adultos, y entre los que reconocen no haber leído ningún libro en este periodo está el 40% de los mayores de 30 años y el 27% de los jóvenes.

   Ariño ha destacado el crecimiento imparable del universo digital y la crisis económica como factores claves en los cambios de consumo cultural, marcados por las nuevas tecnologías que permiten a los jóvenes consumir la cultura allá donde van, transformándola en "nómada", lo que ha avisado que será de gran trascendencia para el futuro porque el 92% utiliza el 'smartphone'.

   El informe ha investigado la evolución y las características de la participación cultural de este colectivo a través de encuestas de consumo, prácticas y participación de entre 2001 y 2014, y ha avanzado datos a la espera de disponer de los de 2015.

   El presidente del Conca, Carles Duarte, ha afirmado que "es una falacia decir que los jóvenes consumen menos cultura que los adultos", y ha señalado que mientras el acceso a la telefonía móvil y los contenidos que vehicula son cada vez más universales, hay ciertas formas culturales más lejanas y requiere una actuación política y educativa en la juventud.

   La directora de Juventud de la Generalitat, Marta Vilalta, ha avanzado que la Conselleria de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias y la de Cultura firmarán a finales de este mes un convenio marco para crear programas conjuntos de fomento cultural en ámbitos más "cojos", como jóvenes en riesgo de exclusión social, y del acceso de creadores a un futuro profesional.

UNA VISIÓN MÁS AMPLIA DE LA CULTURA

   Los jóvenes tienen "una visión más amplia de lo que es la cultura" --según Ariño-- porque incluyen en esta definición los viajes, la gastronomía y el folklore, son los principales consumidores de turismo interno de cultura popular y tienen muy presente la idea de identidad colectiva, muy ligada a la gastronomía, en un porcentaje superior al de las personas mayores, lo que el catedrático de Sociología ha apuntado que desconoce si se debe a la juventud o a ser de otra generación.

   Existen prácticas culturales compartidas entre generaciones --como ver la televisión, escuchar la radio, leer, visitar museos y ver espectáculos--, pero hay prácticas destacadamente juveniles, como ver y descargar películas y música de Internet y jugar a videojuegos, mientras que son más propias de adultos asistir a conciertos de música clásica, ir a la ópera y visitar yacimientos.

   A pesar de esta diferenciación entre actividades, la cuestión de qué es legítimo culturalmente --con la música clásica y los museos en una posición superior-- cuenta con un consenso fundamental en todas las generaciones.

   "No podría decirse que la juventud ha abandonado la cultura clásica, lo que pasa es que la cultura clásica siempre ha sido minoritaria", ha destacado Ariño, y ha apuntado que durante el periodo escolar el porcentaje de jóvenes que dicen ir a conciertos de música clásica supera el de los que dicen que les interesa.

   La educación tiene un papel fundamental en la capacidad de interpretar la cultura más compleja --como una ópera o algunas película--, y el capital educativo organiza "de forma férrea" el campo cultural, mientras que el sexo diferencia también el consumo cultural de los jóvenes, sobretodo en la lectura.