Julio José Ordovás se ríe de la muerte con una novela lírica ambientada en un pueblo de suicidas

El escritor Juan José Ordovás
EUROPA PRESS
Actualizado: martes, 31 octubre 2017 14:01

Interesado por los pueblos abandonados, dice: "Quería acabar con el mundo rural"

BARCELONA, 31 Oct. (EUROPA PRESS) -

El escritor Julio José Ordovás se ríe de la muerte en una novela de tintes líricos ambientada en un pueblo abandonado que atrae a una galería de entrañables personajes que se quieren suicidar y que son asistidos por el personaje de un ángel, que a última hora se desdice de su voluntad de quitarse la vida.

En la presentación de la novela 'Paraíso Alto' (Anagrama), el autor aragonés ha defendido que "de la muerte solo te puedes reír", y ha naturalizado su relación con la muerte cuando desde pequeño fue criado en un pequeño pueblo (Almonacid de la Cuba), en que los muertos convivían con los vivos.

Interesado por los pueblos abandonados y malditos, Ordovás ha confesado que la galería de suicidas que desfilan por la novela y algunas frases aguardan tintes autobiográficos y guiños a referentes suyos como Luis Buñuel, Javier Tomeo y José Antonio Labordeta, además de otros anónimos.

En el caso de la novela, no es un pueblo maldito, sino "desesperado", ha observado el editor de Anagrama, Jorge Herralde, que ha visto el libro como una rareza muy auténtica.

Ordovás (Zaragoza, 1976) se ha mostrado convencido de que los paisajes y los climas marcan a la persona -"somos memoria del paisaje", dice-- y ve en la novela cierta herencia de las vivencias y conocimiento de pueblos desolados y abandonados y paisajes áridos.

De hecho, el arranque de la historia surge del crimen que deshabitó el pequeño pueblo burgalés de la Muga, donde un hombre mató con un hacha a miembros de su familia, y a raíz de esos hechos los vecinos abandonaron la villa y, más tarde, una joven se desplazó a la localidad fue para suicidarse.

El autor, también panadero de profesión, ha visto cierto paralelismo entre Aragón y México: "No tenemos la violencia, pero si tenemos su humor desesperado y un cielo y paisajes implacables".

Una muchacha que camina con las manos, un viejo mago fugado de una residencia, una actriz porno, un camarero con bigote nietzscheano, un vendedor de libros con aspecto de detective, un flautista, un Pierrot borracho, un desertor, un barrendero melancólico y unas gemelas en silla de ruedas pueblan un paraíso "lleno de vida", admite el autor.

REFERENCIAS ARAGONESAS Y SIMBOLISMOS

Para tejer la historia, que escribió de noche mientras trataba de hacer dormir a su hijo pequeño, se vale de muchas referencias aragonesas y elementos simbólicos, que le gusta sacar de antologías religiosas y bíblicas del catolicismo.

Antes de culminar su segunda novela, después del éxito alcanzado con 'El anticuerpo' (Anagrama), ha dejado por el camino una treintena de novelas, que suma a las otras 30 que abandonó antes de debutar con la primera.