BARCELONA 14 Nov. (EUROPA PRESS) -
El director de Servicios Penitenciarios, Pere Soler, ha defendido este jueves que "se cumplían todos los requisitos" para que la Generalitat concediese el tercer grado a los dos expresidentes de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC) condenados a penas de cuatro años y medio de cárcel, que un juzgado de vigilancia penitenciaria dejó sin efecto hace un mes al considerar que no reunían las condiciones.
En su primera comparecencia en la comisión de Justicia del Parlament desde que asumió el cargo, ha insistido, en respuesta al diputado de ICV-EUiA Salvador Milà, que la Generalitat hizo "lo que tenía que hacer" de acuerdo con la normativa, y que se les clasificó en tercer grado --solo acudían a la cárcel para dormir-- en base a la ley vigente.
El Juzgado de Vigilancia Penitenciaria 6 de Catalunya aclaró que el tercer grado "solo podría venir justificado por circunstancias muy excepcionales que en absoluto son de apreciar en el caso debatido", y recordó en un auto el escaso tiempo de condena cumplida --unos 45 días-- y un déficit en el reconocimiento del delito, además del ánimo de lucro desmedido que presidió su actividad criminal.
A Soler también le han preguntado sobre la seguridad en las prisiones catalanas y, en este sentido, ha asegurado que no le da la sensación de que haya un clima "más violento" en los últimos meses.
Los funcionarios de las prisiones catalanas han sufrido entre enero y agosto de este año un total de 12 agresiones graves, mientras que en el mismo periodo de 2012 hubo nueve víctimas, lo que supone un incremento del 33%.