BARCELONA 8 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia de Barcelona juzgará este jueves a un proxeneta que obligó a una mujer de Rumanía a prostituirse en un polígono de Vilanova i la Geltrú, después de engañarla y prometerle un trabajo como limpiadora para que viniera a trabajar a España.
Según consta en el escrito del fiscal, Kristaq A., de nacionalidad albanesa, juntamente con su hermano --juzgado ya por unos hechos similares-- "con la finalidad de establecer una red de mujeres procedentes del este de Europa para dedicarlas a la prostitución", convenció a una mujer Rumana para que viniera a trabajar a Barcelona como empleada de la limpieza en un bar.
La víctima aceptó debido a la precaria situación económica por la que atravesaba, ya que tenia dos hijos pequeños y una madre enferma.
El 18 de octubre de 2003 la mujer llegó a Barcelona en autobús con dinero facilitado anteriormente por el acusado y la trasladaron a un piso donde se enteró que iba a ejercer la prostitución, a lo que ella se negó.
El acusado le propinó una paliza, dándole patadas y puñetazos y obligándola a ponerse de rodillas, hasta el punto de provocar que se orinara encima, y le retiró el pasaporte.
Al día siguiente fue trasladada a un polígono industrial de Vilanova i la Geltrú y le asignaron un lugar para ejercer la prostitución, avisándola de que estaría vigilada y amenazándola con matar a su familia si decidía huir.
Al final de la jornada le retiraban todo lo recaudado y la trasladaban de nuevo al piso en Barcelona. No podía salir a la calle, ya que era encerrada con llave en una habitación que daba a un patio interior.
El 23 de octubre, aprovechando un descuido de sus vigilantes, logró huir, y un conductor la trasladó a la comisaría de la Policia Local, donde le facilitaron los medios para ir a Barcelona y denunciar los hechos ante el servicio de atención a la mujer de la Policía Nacional.
El acusado fue detenido el 26 de enero de 2006 cuando acudía a un juzgado de Barcelona a presenciar el juicio que se celebraba contra su hermano.
El fiscal le acusa de un delito de determinación a la prostitución y un delito de detención ilegal, por los que pide un total de 9 años de cárcel y una multa de 7.200 euros. Además, solicita que indemnice a la víctima con 6.000 euros por los daños morales y perjuicios sufridos.