La soledad no deseada fue una de las situaciones que más se repitieron entre los usuarios
BARCELONA, 29 Jun. (EUROPA PRESS) -
Las llamadas por crisis emocional al Telfon de l'Esperana y al Telfon de Prevenció del Sucidi, gestionados por la Fundació Ajuda i Esperana, aumentaron un 52% durante los primeros tres meses de la pandemia del coronavirus, entre abril y junio, estabilizándose en los meses posteriores y creciendo de nuevo en enero.
Son datos del Observatori de l'Esperana, impulsado por la entidad con el apoyo de la Fundación La Caixa, cuyo primer informe se ha presentado este martes y analiza la actividad de los dos teléfonos durante el 2020 con el objetivo de estudiar las problemáticas detectadas en las llamadas y de encontrar soluciones.
En el acto han participado la concejal de Salud, Envejecimiento y Cuidados del Ayuntamiento de Barcelona, Gemma Tarafa; el Subdirector General de la Fundación La Caixa, Marc Simón; la Presidenta de la Fundació Ajuda i Esperana, Rosa Navas; la directora de la entidad, Esperana Esteve; y el director del Observatori, Oriol Homs.
En total, los teléfonos de la esperanza y de prevención del suicidio --este segundo creado en 2020 en convenio con el Ayuntamiento de Barcelona-- atendieron el año pasado un total de 55.948 llamadas procedentes, principalmente, de Barcelona y municipios cercanos: hasta 150 cada día, de media.
"Lo que vemos son fenómenos que son individuales, pero también de toda la sociedad: detectamos miedos, soledades, miedo a la enfermedad y falta de recursos económicos, que son un reflejo de la sociedad", ha explicado Esteve en declaraciones a Europa Press.
La directora del Telfon de l'Esperana ha afirmado que "en la pandemia ha destacado la soledad no querida de manera transversal, en todas las edades, pero especialmente en las mujeres de 50 a 70 años" a causa, principalmente, de las socializaciones forzadas en el hogar o el aislamiento que provocó el confinamiento.
Según el informe, las problemáticas personales y sociales que se expresan a través de los dos teléfonos giran en torno a seis temáticas: la ideación suicida, las enfermedades mentales, los problemas relacionales, la soledad no deseada, la salud física y la pobreza económica.
El Observatori ha alertado que las llamadas de temática suicida han ido subiendo de forma constante desde octubre de 2020 y Esteve ha alertado del porcentaje de personas jóvenes que utilizan el teléfono de prevención del suicidio, el 26% del total: "Algo pasa cuando los jóvenes están utilizando tanto este servicio".
En general, el perfil mayoritario entre los usuarios de ambos teléfonos es el de personas que viven solas, aunque una tercera parte viven en pareja o con otros familiares, y la gran mayoría no son activas en el mercado de trabajo, ya sea por estar de baja, o por jubilación o por no tener un trabajo remunerado.
HACIA UN NUEVO MODELO
Según los responsables de la Fundació Ajuda i Esperana, esta situación, junto con los cambios económicos, sociales y tecnológicos de los últimos años, requieren de un cambio de modelo en la atención a las personas de manera que se instaure una "sociedad de los cuidados" que incluya el factor comunitario.
"El modelo es trabajar en red y con las administraciones publicas, de una manera mucho más integrada", ha sostenido Esteve, que considera que las problemáticas detectadas por la fundación deben tratarse de manera individual y colectiva, con las entidades y los gobiernos, y en ámbitos como la educación y la sanidad, entre otros.
"Si no hay una red de apoyo que influya como un todo en la escuela, los valores o las familias, de nada servirá nuestra labor", ha afirmado la directora de la fundación, que apuesta por aprovechar las innovaciones tecnológicas y económicas de forma que sean generadoras de un mayor bienestar personal y colectivo.
